Míchel ha hablado varias veces en las últimas semanas de que la plantilla de la próxima temporada "será distinta" y que el entrenador, también. La planificación aún es una nebulosa, pero diferente o no, lo que sí puede decirse alto y claro es que uno de los futbolistas que vuelven o deben volver al Sevilla es un jugador que ha dado mucho que hablar. Koffi Ndri Romaric, baja en el Espanyol el próximo domingo por la cláusula de penalización de su contrato de cesión por la que no puede enfrentarse al Sevilla, puede decirse que ha dado por cerrada su estancia en Barcelona.

El centrocampista costamarfileño, que declaró hace meses que no quería volver al Sevilla y que su deseo era quedarse, no seguirá en Cornellà-El Prat al no cumplirse una de las condiciones que obligaba al Espanyol a hacer efectiva su opción de compra por valor de 2,8 millones de euros. Cuando ambas entidades pactaron su cesión el pasado verano se incluyó una cláusula por la que si el jugador disputaba 25 partidos o más y que el equipo periquito quedara clasificado entre los ocho primeros Romaric sebía ser incorporado a la disciplina blanquiazul con una condiciones ya pactadas de antemano.

Pero el equipo de Pochettino, no va a quedar tan alto en la tabla pese a que ha tenido una temporada bastante ilusionante (llegó a estar cuarto) antes de caerse por su irregularidad. La premisa del número mínimo de partidos sí que la ha cumplido el centrocampista zurdo, ya que sólo en la Liga, ha participado en 28 encuentros.

Pero, además, el Espanyol, con problemas económicos, no puede hacer frente al pago de esa cantidad que se acerca a los tres millones de euros ni ven ya como una pieza clave en el esquema de juego al que fuera internacional con el equipo de los Elefantes. Así, con un año más de contrato que cumplir por delante, Romaric puede decirse que es el primer fichaje del Sevilla para la temporada 2012-13, un fichaje forzoso, aunque aún no se sabe siquiera quién será el entrenador por el que opte la ejecutiva del club, con Del Nido y Monchi a la cabeza.

Romaric, tras un comienzo espectacular en su cesión en el Espanyol que lo llevó a ser titular y marcar goles importantes -acumula tres dianas en la Liga-, jugando quizá en una posición más adelantada de lo que lo hacía en el Sevilla, volvió a su línea de irregularidad, sobre todo después de un episodio de indisciplina que motivó que Pochettino no lo dejara entrenarse con el equipo tras llegar tarde a una sesión de trabajo.

El joven Cristian Gómez se ha hecho con el puesto de Romaric en los últimos partidos y ello, como ocurrió en Sevilla en el tiempo que estuvo, fue suficiente razón para que el jugador se descuidara. Como tiene un problema conocido por todos a nivel metabólico, su estado de forma ya no es el mismo de cuando brilló en el esquema de Pochettino. Lleva tiempo sin hablar y está previsto que lo haga en breve para tratar de aclarar la situación que se le presenta.

Mientras, la papeleta la vuelve a tener el Sevilla y su dirección deportiva. No será fácil buscarle otro destino cedido en su último año además de contrato y habrá que ver qué decide el entrenador de la próxima temporada sobre él y sobre otro futbolista que llegó el mismo verano que Romaric y que también debe volver, Lautaro Acosta. Tras descender el Racing, su regreso está servido como el de Romaric, para la próxima temporada.