Deportes

Rotterdam, el ejemplo

  • La actitud colaboradora del Sevilla con la Policía en el viaje a Holanda refuerza la promesa de Castro de no permitir "aficionados violentos". Biris Norte lleva dos partidos ya en silencio.

Se prevén tiempos de desencuentro entre el Sevilla y el grupo de animación más significativo del Ramón Sánchez-Pizjuán. Días antes de que los trágicos sucesos de Madrid levantaran en toda España una ola contra la violencia en el fútbol, en Nervión ya habían discutido abiertamente con Biris Norte a cuenta de las entradas para el Feyenoord-Sevilla. La Policía, tanto la española como la holandesa, había recomendado o indicado al Sevilla que no vendiera entradas para sus aficionados en las taquillas del estadio. El club siguió al pie de la letra la recomendación y ni siquiera reclamó al Feyenoord el habitual cupo de entradas para visitantes. Esa actitud colaboradora, instigada por el alto riesgo de un enfrentamiento de radicales en Holanda, refuerza la promesa que este jueves realizó José Castro de no dar cabida a violentos en Nervión. 

"Tenemos que posicionarnos en contra de este movimiento ultra violento -aseguró el presidente del Sevilla en la Cadena Ser-. No en nuestro club, en todos los clubes, hay algún sector de gente violenta y eso hay que erradicarlo. Nosotros vamos a intentar ayudar en todo lo que podamos a la autoridades para que no tengan cabida en nuestro estadio esos aficionados violentos". Su promesa coincide con la actitud contestaria del conocido grupo de animación Biris Norte, que lleva dos partidos, el de Liga ante el Granada y el de Copa ante el Sabadell, sin realizar "animación organizada". Parece que se abre un nuevo periodo de enfrentamiento como el que ya hubo entre julio de 2012 y febrero de 2013, cuando José María del Nido activó unas duras medidas de control en Gol Norte. 

En ese periodo, en Gol Norte también se suspendió la animación. Desde sus tribunas sólo se escuchaban gritos contra Del Nido, en referencia a su condena que ahora está cumpliendo. La espoleta para aquel fortísimo desencuentro fue una pelea de radicales en un amistoso de verano en Rota. Las razones de trasfondo, la guerra abierta entre el sector ultra y los cabecillas de este grupo y el núcleo duro del consejo del Sevilla, que había retirado años atrás el cuartillo que tenían en el estadio para preparar sus mosaicos y pancartas y los había privado de ciertas prebendas tradicionales. La gota que colmó el vaso fue aquella pelea en Rota, pero todo venía de la temporada anterior, cuando, intencionadamente y por esa guerra sorda, el 2 de mayo de 2012 se lanzaron desde Gol Norte cientos de bengalas antes del Sevilla-Betis, lo que costó a la arcas de Nervión 90.000 euros. 

Aquella protesta se sumó a la que en abril de ese mismo año 2012 hubo con un lanzamiento masivo de pelotas de tenis. Fue una protesta que dio la vuelta a Europa, por la originalidad y por poner de manifiesto la arbitrariedad de la LFP a la hora de distribuir los horarios. Aquel 21 de abril, el Sevilla-Levante fue retrasado hasta las 22:30 para que las televisiones pudieran retransmitir las ruedas de prensa tras el Barça-Madrid, que empezó a las 20:00. Le costó al Sevilla la original protesta 3.500 euros. Aquel curso 12-13, los gastos por este tipo de actos llegaron casi a los 300.000 euros. El pasado bordearon los 200.000. 

En 2013, el propio Castro y Monchi tuvieron que mediar, dado que los dirigentes de Biris Norte no querían hablar con Vizcaíno. Al ahora presidente le ha tocado lidiar con otro problema similar. "Hay que tener tranquilidad, hacer las cosas bien, hay que legislar, porque ni los clubes son culpables de todo ni el 97% que hay en un estadio es culpable de que una minoría estropee el bonito espectáculo de una afición que esté animando", dijo este jueves. Pero la actitud la tiene clara: "Los violentos no van a tener cabida en nuestro estadio. Llevamos mucho tiempo con actuaciones y no permitiendo que entren aquellos que tienen antecedentes violentos". 

Castro tiene la experiencia de lo que sucedió con las excesivas medidas de control en la campaña 12-13: "Tenemos que hacer las cosas bien, con tranquilidad. Tampoco podemos molestar al noventa y tantos por ciento de los aficionados por una minoría. Hemos tenido que tomar medidas, como la de Rotterdam, asustados. Nosotros tenemos que ayudar y colaborar y ojalá que de las reuniones que estamos teniendo salgan medidas para que los clubes podamos ayudar a erradicar esta lacra".

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