La jornada decimosexta, decimoséptima según el criterio absurdo de la LFP, fue la del triunfo revitalizador para la Liga del Barcelona en el Bernabéu y la del asentamiento en la zona de Champions del Levante. El granate y el azul vuelven a estar de moda. Mientras el mundo se rinde de nuevo a la exhibición azulgrana en Chamartín, otros azulgrana, a la chita callando, han ratificado su condición de equipo revelación tras vencer por la mínima a un postulante como el Sevilla. El equipo de Juan Ignacio Martínez continúa saltándose el guión y lo hace precisamente por no saltárselo nunca sobre el terreno de juego.

Sin presión alguna y con las ideas muy claras más la experiencia de muchos de sus jugadores titulares (sobre todo los de la mitad defensiva: Javi Venta, Ballesteros, Nano, Juanfran y Farinós), los granotas juegan a no equivocarse, a esperar el fallo del contrario, y así van sumando granitos para pasar el invierno plácidamente. Mientras otros se mueren de frío en la zona baja, pese a que las fricciones suben la temperatura al tiempo que se suman candidatos al descenso, el Levante ha dado su pequeño golpe venciendo a un Sevilla que llegó a Valencia con la intención de asaltar ese cuarto puesto, que tenía a dos puntos antes de jugar. El central Nano, al aprovechar una indecisión de Negredo y Javi Varas en un córner, ejemplificó el juego que imbuye en su equipo Juan Ignacio Martínez: pocos riesgos, mucha gente por detrás del balón y esperar con paciencia a que caiga la fruta madura. El margen de puntos que tienen ya los granotas les permiten mostrarse ante su público con descaro especulador. Así, y con ciertas dosis de fortuna, les ganaron a otros potentados como Málaga, Villarreal o Real Madrid. Sólo el Valencia, otro especialista levantino en saber especular, les ganó en su campo.

Pero lo que disfruta el hermano pobre de Valencia, a un solo punto del hermano rico, no es flor de un día. La prueba de ello es que en la hipotética clasificación del año 2011 que ahora muere está en la quinta posición, sólo por detrás de los dos grandes, el Valencia y el Sevilla. Es decir, que la política obligada de sobriedad económica, más la llegada de jugadores libres como Farinós, Del Horno, Barkero..., o cedidos como Kone, Xavi Torres, viene dando frutos durante todo un año. Cuando parecía que el proyecto se podía haber visto afectado por la salida de Luis García camino del Getafe, Juan Ignacio Martínez ha conseguido el efecto contrario.

El contraste con los equipos de su casta, los condenados a luchar por no bajar, es grande: mientras el Levante roza la treintena de puntos con holgura (29), un total de 12 equipos, del octavo hacia abajo, no llega a la veintena, ni siquiera Athletic ni Atlético (19).

Un último apunte. El Real Madrid aún puede quedar primero en la clasificación de 2011, si logra ganar en el Ramón Sánchez-Pijzuán. El Barcelona sólo lidera actualmente esta hipotética clasificación por su victoria en el partido adelantado ante el Rayo. Tal es la igualdad a la que alude Pep.