Es el momento de apoyar al equipo, sin excusas. La ocasión lo merece y la afición debe responder al grito desesperado de ayuda del club. Más de 10.000 personas llenaron el domingo pasado el Telefónica Arena. Perdonaron los errores cometidos durante el presente curso y todos se volcaron en un objetivo común: salvar la categoría. Los cajistas sintieron envidia sana de ver cómo se movilizó la masa social de Estudiantes ante una situación desesperada, y eso debe vivirlo San Pablo esta tarde.

Afortunadamente el Cajasol ha puesto de su parte para lograrlo. Ha puesto todos los medios a su disposición para que ahora sean otros los que cojan el testigo. Localidades a seis euros (más una cerveza en el pospartido). Descuentos en los fondos, entradas extra para los abonados que lleven alguna prenda del equipo, antigua o moderna, y, para los que no tengan, la posibilidad de comprarlas en el pabellón casi regaladas. Decía Comas el jueves que no era el momento de criticar, ya habrá tiempo para eso, sino de animar y ayudar a que el Caja siga siendo ACB el año que viene.

Esta temporada sólo los grandes (Barcelona, Real Madrid y Joventut) han arrastrado al pabellón a una masa importante de público. En el resto de encuentros, casi daba pena ver las gradas casi vacías, cuando en León, Valladolid, Fuenlabrada o Manresa la gente sale con los oídos pitando del intenso ruido que hace durante los 40 minutos.

Sábado de pre Feria en San Pablo. No hay fútbol, y sí mucho en juego. "Sevilla tiene que demostrar que es una ciudad que va más allá del fútbol. El Cajasol es un histórico y la ciudad no puede renunciar a tenerlo en la ACB. Nosotros vamos a hacer todo lo posible por ganar, pero ahora más que nunca contar con el pabellón lleno es un plus. En la cancha de Estudiantes sentimos una presión muy importante, y creo que eso le dio al equipo diez puntos de ventaja, por lo que necesitamos que San Pablo sea una caldera", señalaba Comas en la previa del encuentro con el Pamesa.

Pero las iniciativas no se quedarán aquí, puesto que el club ya está preparando nuevas medidas para el próximo partido en casa con el CB Granada, en el que se buscará también el lleno en el Palacio de los Deportes de Sevilla, un lastre que la entidad hispalense lleva un par de años intentando resolver sin demasiada suerte.

"Es la ocasión para acabar con el tópico de Sevilla como ciudad futbolera, ya que el Caja lo necesita" aseguró Comas.