Hasta en cuatro claras ocasiones, una de ellas desde el punto de penalti, pudo ponerse por delante el Sevilla Atlético frente a Las Palmas en el primer periodo. Pero el equipo canario tuvo en el portero su mejor aval. Santamaría, joven guardameta formado en la cantera de Osasuna, intervino decisivamente en algunas de las oportunidades que desperdició el filial. Tras unos primeros 45 minutos de un fútbol lleno de ritmo, juego y ocasiones, en la segunda parte cambió completamente el panorama y las opciones fueron del conjunto visitante, aunque Javi Varas también estuvo de diez.

El encuentro comenzó con polémica. En un fallo de la defensa sevillista, Marcos Márquez se plantó dentro del área en busca de un balón suelto y David Prieto le agarró disimuladamente de la camiseta. El colegiado no concedió un penalti que parecía bastante evidente. Este primer susto del cuadro amarillo despertó a los pupilos de Fermín Galeote. En esa media hora restante, el filial nervionense hizo su mejor fútbol. Cuando los jugadores del centro del campo del Sevilla entran en juego, los contrarios se ven siempre en inferioridad a la hora de defender. Hasta con seis hombres atacaba constantemente el equipo local.

La primera gran ocasión para el conjunto franjirrojo la tuvo el delantero Juanjo. El jugador cedido por el Racing controló en el borde del área y, tras perfilarse hacia su pierna derecha, golpeó con suavidad al palo largo con la mala fortuna de que el esférico fuera a parar en el poste. Dos minutos después fue Víctor Díaz el que pudo adelantar a su equipo con un remate de cabeza que desvió un defensa a córner.

Cerca del final de la primera parte, Juanjo, muy activo en esos minutos, tuvo el 1-0 con un remate de cabeza en plancha que se marchó desviado. Pocos minutos después, en el 42, llegó la mejor oportunidad de todo el encuentro para el Sevilla Atlético. Óscar Ramírez, bastante mal en la faceta defensiva, realizó un eslalon lleno de potencia que terminó con una zancadilla de López Ramos justo en la línea del área canaria. El árbitro no dudó en señalar los once metros. Pablo Sánchez, el especialista local, lanzó a la izquierda de Santamaría, pero el meta navarro adivinó la intención del gaditano y se lanzó al lugar adecuado. Paradón del portero y final del primer tiempo.

En la segunda mitad se vio un filial agotado físicamente y Las Palmas aprovechó este aspecto para irse arriba. Hasta en dos ocasiones pudieron marcar los canarios, pero no estuvieron acertados ante la meta de Javi Varas. La última gran ocasión sevillista la tuvo Casado después de una larga jugada personal. Su fuerte disparo con la izquierda lo desvió el omnipresente Santamaría.