Caster Semenya, la atleta surafricana envuelta en un polémico caso de verificación de sexo tras conquistar el oro en los Mundiales de atletismo de Berlín, llegó a su país para ser recibida por miles de compatriotas que la ovacionaron.

"Caster, ¡estamos junto a ti!", dijo la ministra de la Mujer, Noluthando Mayende-Sibiya, que inició su discurso bajo el grito: "¡Abajo la IAAF!".

La IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) anunció poco después que la atleta había sido sometida a un test de sexo.

Leonard Chuene, presidente de la Federación Sudafricana de atletismo, aseguró en el aeropuerto de Johannesburgo, que Semenya fue "víctima de medios internacionales enemigos".

Poco después, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, dio su opinión durante una recepción a los atletas. "La señorita Semenya le recordó al mundo también la importancia del derecho a la dignidad humana y la privacidad, que debe ser disfrutado por todos los seres humanos", dijo el jefe de Estado, que dejó clara la insatisfacción de su gobierno por el modo en que fue tratado el tema.

El 'caso Semenya' unió a negros y blancos y borró diferencias políticas como pocas veces antes en Sudáfrica. Políticos, representantes religiosos, organizaciones empresariales y sindicales, artistas y deportistas coinciden en el rechazo hacia la IAAF.