El Grupo D, el más igualado hasta ahora de los cuatro que conforman la Copa de África, vio ayer cómo una de las selecciones llamadas siempre a luchar por el título final como Senegal se dejaba remontar por Angola, que participó en el último Mundial. El conjunto angoleño se sobrepuso en el descanso al gol de Faye en los primeros minutos de partido. Así, Mateus Alberto Manucho, en dos ocasiones, y Amado Flavio colocaron en el electrónico el 1-3 final con el que Angola se queda con cuatropuntos a falta de una jornada, y deja a Senegal con un solo punto en su casillero.

En el otro partido del grupo, Túnez, favorita para quedar primera, goleó con comodidad a Suráfrica (3-1) con tres goles en poco más de media hora. En el combinado tunecino destacó el delantero Santos con dos goles.

Una de las noticias más desagradables que ha dejado la Copa de África se dio a comocer ayer. Los hermanos Asamoah y Baffour Gyan pensaron en abandonar la selección de fútbol de Ghana después de que su familia fuera amenazada, según informó su seleccionador, Claude Le Roy.

El delantero Asamoah, de 22 años, pasó casi desapercibido durante el partido contra Namibia del jueves (1-0). Tras una ola de feroces críticas en la prensa y de amenazas por teléfono, Baffour, que juega en el Saturn de Moscú, y Asamoah, del Udinese italiano, hicieron las maletas el sábado por la mañana. "Nunca he visto nada igual", declaró el técnico francés, que con ayuda de los responsables de la federación nacional lograron convercer a los dos hermanos de que se quedaran en Ghana.

"Estaban listos para marcharse, pero tuve una larga conversación con él (Asamoah) por la mañana y ahora ya está todo bien. Entrenó normalmente por la tarde y sigue con nosotros", contó Le Roy.

Asamoah fue abucheado por el público del estadio Ohene Djan por las ocasiones que falló ante Namibia y Le Roy lo sustituyó en el minuto 65 del partido. "Fue mucho más que unas críticas. Lo amenazaron, amenazaron a su madre, a su padre", añadió Le Roy, que cree en el futuro de Asamoah, "una mezcla de Drogba y Eto'o". "Es la locura del mundo en el que vivimos", lamentó el galo.