El punto del dobles evitó ayer que Serbia fuera derrotada en una sola jornada en la primera ronda de la Copa Davis de tenis, después de que los españoles impusieran su ley sobre la arcilla roja en los dos individuales que abrieron la serie en Benidorm.

España, actual campeona, manda en el marcador por 2-1 gracias a las victorias de David Ferrer y Rafael Nadal, que en principio volverán hoy a la acción con el objetivo de cerrar con otro punto el pase a los cuartos de final.

Ferrer se impuso al mejor jugador serbio, Novak Djokovic, por 6-3, 6-3 y 7-6 (4), mientras que Nadal, número uno del mundo, destruyó a Janko Tipsarevic por 6-1, 6-0 y 6-2.

Tommy Robredo y Feliciano López intentaron sellar el triunfo en un solo día, algo de lo que la Federación Internacional de Tenis (ITF) no recuerda precedente, pero fracasaron al caer por 7-6 (5), 6-4 y 7-6 (7) ante Viktor Troicki y Nenad Zimonjic, número cuatro del mundo en dobles.

La serie empezó con un día de retraso tras la cancelación de los partidos del viernes a causa de los desperfectos que causó en el estadio erigido para la ocasión el fuerte viento que azotó el jueves la turística localidad costera alicantina.

Nadal, que sólo ha perdido tres partidos de sus últimos 123 sobre arcilla, aseguró tras el sorteo de emparejamientos que la serie no sería "ningún paseo", pero su encuentro ante Tipsarevic se acercó mucho. El español, de 22 años, ha ganado ya 11 de sus 12 partidos de individuales en Copa Davis, diez de ellos de forma consecutiva. El único que perdió hasta ahora fue contra el checo Jiri Novak en la primera ronda de 2004.

El número uno del mundo tardó apenas una hora y 36 minutos en terminar con el serbio, que no necesitó buscar respuestas en sus amados libros de filosofía a la aplastante derrota.

Después de una semana de lluvia y frío, el sol brilló ayer con fuerza sobre la localidad de la costa Este de España, pero quizá fue demasiado tarde para los serbios. "Nunca jamás en mi vida había oído hablar de este sitio", dijo Tipsarevic tras su derrota.

Djokovic se mostró menos vehemente que su compatriota, pero sus argumentos coincidieron en el fondo. "No hay que buscar excusas, pero no juego sobre arcilla desde junio del año pasado y aquí no pudimos entrenar mucho". El número tres del mundo estuvo errático ante Ferrer, pero terminó mucho más entonado y tuvo incluso una bola de set en la tercera manga. Ferrer, que había perdido su último partido en la Davis en la final que España ganó en 2008 en Argentina, devolvió la confianza a Albert Costa regalándole la victoria en su primer partido al frente del equipo.