El Sevilla Atlético llegaba al encuentro contra el Sanluqueño con la imperiosa necesidad de sumar una victoria que le sacase de los puestos más bajos de la tabla, algo que no pudo conseguir finalmente ya que ninguno de ambos equipos fue capaz de deshacer el empate en un partido algo trabado y en el que el único conjunto que puso todo de su parte para llevarse el gato al agua fue el filial sevillista.

Un filial que se está quedando sin mucho tiempo de reacción a pesar de que aún queda la segunda parte de la temporada en la que el Sevilla Atlético tendrá que hacer todos los deberes que se ha dejado por hacer antes de llegar al ecuador de la campaña.

Luci salió con su equipo titular, a excepción del lesionado Lara y de Lucho, que dejó su puesto al teórico portero suplente Díaz.

En la primera mitad ambos equipos vivían más con el miedo de no perder el partido en los primeros 45 minutos que otra cosa, aunque el empuje del filial hispalense poco a poco se fue haciendo más latente en el partido. Tanto, que en el minuto 23, Curro, en una falta, estrelló el balón en el travesaño en lo que podía haber sido el primer tanto sevillista.

Poco más reseñable de una primera mitad en la que el Sevilla Atlético fue de menos a más y que parecía tener cada vez más a los de Sanlucar contracorriente.

Después del descanso el guión tampoco cambiaría. Los franjirrojos adelantaron un poco sus líneas intentando dificultar la salida de balón de los verdiblancos, algo que surtió efecto.

La mala noticia para el Sevilla nada más arrancar la segunda mitad fue la lesión de Diego García, que se marchó con molestias para dejar su sitio a Genaro, que se adueñó del centro del campo y fue fundamental para sacar el balón durante todo el segundo acto.

Juanpe fue el más activo en las transiciones sevillistas e intentó algún disparo lejano y habilitar en todo momento a sus compañeros desmarcados.

Una de las grandes ocasiones del choque la tuvo Curro tras recoger un rechace dentro del área que acabó deteniendo Barbero, el meta del Sanluqueño que realizó un partido muy sobrio.

En la segunda mitad, un histórico saltó al Jesús Navas como es Dani Güiza, un futbolista que a pesar de haber sido campeón de Europa con la selección española ya vive uno de sus últimos años como futbolista profesional.

La única manera de agitar un poco más el partido era con algún cambio y Luci, sabedor de ello, pidió a Bryan que aportase mayor verticalidad. Y así fue, el joven jugador sevillista fue el más incisivo desde que salió y aportó mayor frescura aunque no tuvo la claridad de otros días en los metros finales.

El Sanluqueño no ofreció apenas nada en la segunda parte y se dejó llevar por el rival y el marcador que, a pesar de no ser bueno, tampoco lo tuvieron que considerar como preocupante ya que están por encima del filial hispalense en la clasificación.

El Sevilla suma un punto insuficiente que deja un sabor agridulce ya que era un encuentro que podían haber solventado.