El Sevilla Femenino dio un importante paso en su lucha por la salvación al golear a un rival directo como el Málaga, colista, por 5-0 y sumar tres puntos más (lleva 10 de los últimos 12) para poner una distancia con el descenso de cinco puntos, a siete jornadas para la conclusión de la Liga Iberdrola.
El conjunto que dirige Cristian Toro era consciente de lo decisivo que era el duelo frente al cuadro costasoleño y salió decidido a ir a por la portería rival desde el inicio. Ya en el minuto cinco Raquel Pinel intentó abrir el marcador con un disparo que la guardameta visitante Chelsea salvó con el pie. El primer intento hispalense fue ya una declaración de intenciones, pero con el paso de los minutos el estéril dominio local fue haciendo mella en el equipo, que empezaba a preocuparse más de no encajar goles ante un Málaga que se fue quitando de encima la presión.
Las malaguistas, de hecho, se fueron sintiendo cómodas defendiendo e intentando contragolpear, asomándose a la portería de Noelia de vez en cuando. Su llegada más peligrosa se produjo en el minuto 22 con un testarazo de Raquel García que acabó en las manos de la meta sevillista, que había respondido antes a un par de disparos lejanos.
Los dobletes de Payne, que abrió y cerró el marcador, y Pinel, y el gol de Morilla, decidieron
El Málaga se fue sintiendo cómodo y cuando adelantó las líneas el Sevilla aprovechó un hueco para golpear al rival. Payne, con una internada desde la banda izquierda, batió a Chelsea y puso el 1-0 en el minuto 40 para abrir la lata.
Con ese marcador se llegó al descanso, pero el cuadro nervionense ya había hecho lo más difícil. Al colista no le valía el resultado y el técnico costasoleño movió el banquillo en busca de la reacción. Al inicio de la segunda parte las visitantes pudieron empatar con un remate de Paula Fernández, pero fueron las sevillistas las que aprovecharon de nuevo los espacios que dejó el Málaga atrás para sentenciar. En el minuto 51 Raquel Pinel, en un contragolpe, hizo el 2-0 y tres minutos después repitió para hacer el 3-0 en un córner.
El Sevilla era un vendaval ante un rival completamente desdibujado y que en apenas tres minutos, entre el 63 y el 66, encajó dos tantos más, obra de Jenni Morilla y Payne. Con el partido roto y decidido las locales levantaron el pie del acelerador y el Málaga se recompuso para intentar maquillar el marcador, algo que al borde del final del choque evitó la porteria sevillista para sumarse a la fiesta ganándole el mano a mano a Mascaró. Había que ganar en un duelo que era una final y el Sevilla cumplió para acercarse al objetivo de la permanencia.
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