El Almería estuvo cerca de propiciar la segunda derrota del curso del Sevilla, pero un arreón de orgullo de los blanquirrojos, en esta ocasión de negro, les permitió salvar un punto. Caían 3-1 cuando restaban menos de 25 minutos de juego y, sin embargo, pudo igualar gracias a dos goles en el tramo final. De no haber empatado, el Sevilla habría perdido su condición de líder.

Aunque fue un partido muy sufrido para ellos, fueron los chicos de Alejandro Acejo quienes dieron el primer golpe. Ya cumplida la media hora de juego, Iván Hernández superó a Lluis para poner por delante a los sevillistas. Pero la alegría les duraría poquísimo, pues apenas cinco minutos después el valenciano Roan reestableció las tablas.

El gol hizo del empate hizo mucho daño al equipo de Acejo, que encajaría otro antes de que llegase el descanso. Lo firmó Abel. Los almerienses habían dado la vuelta al partido y estaban disfrutando de grandes minutos. Debía servir el ecuador para que el Sevilla recuperase la calma. Y transmitió cierta seguridad en los primeros instantes de la reanudación, pero a los once minutos, Caballero anotó el tercero. En esos momentos, el Málaga, que el sábado había ganado en Ceuta, era líder virtual.

No obstante, al último campeón de la categoría todavía le quedaba mucho por decir. El Sevilla agarró al toro por los cuernos y comenzó a abalanzarse contra el área almeriense. Y de tanto acecharla logró acortar las distancias con un tanto de Juanmi. El 3-2 hacía imaginar un vibrante tramo final.

Con un Almería agazapado, los de Acejo seguían empujando para lograr la igualada e inquietaban a Lluis. Al final, la insistencia acabó dando sus frutos e Iván Romero hizo el empate con un gran remate. Un mal rato pudo costar caro al equipo hispalense, que al final exhibió su orgullo y sacó un punto muy valioso. Por contra, el Almería, que pudo sobrepasar a los sevillistas en la tabla, se quedó con la miel en los labios. La próxima semana, el equipo de Acejo se enfrenta al Vázquez Cultural.