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Soñar, sí; dormirse, no

  • El Sevilla firma uno de los mejores arranques de su historia, lo que le permite ilusionarse de veras con la Champions. La entidad de los rivales por el objetivo enfría la posible euforia.

Cinco victorias en siete partidos, un empate y una derrota para un total de 16 puntos. Solamente una vez en la historia el Sevilla tuvo un mejor arranque que en el presente. Fue en la temporada 08-09, de la mano de Manolo Jiménez. Entonces sumó las mismas cinco victorias que ahora pero sin haber perdido ni un partido, con lo que aumuló 17 puntos para colocarse tercero, el puesto en el que terminó para meterse directamente en la Liga de Campeones con una jornada de antelación, gracias a un gol de Perotti ante el Deportivo. Ahora, precisamente la goleada ante el Deportivo ha abierto de par en par la puerta de la ilusión para el sevillismo, que disfrutó de lo lindo con la versión más alegre y artista del equipo de Unai Emery. Soñar está permitido, pero no dormirse, porque la competencia por la Champions va a ser durísima.

El Sevilla de Emery, al que un sector de la afición le sigue discutiendo aspectos puntuales incluso el día que su equipo golea, acaba de firmar, justo antes del segundo parón liguero, uno de los mejores inicios de su historia. Y un arranque así casi siempre fue una garantía de éxito final. Siete precedentes hay yéndose a las estadísticas históricas en los que el Sevilla acumuló cinco victorias en las siete primeras jornadas. Y en cinco ocasiones el equipo nervionense terminó el curso entre los cuatro primeros: fue subcampeón en las campañas 42-43 y 50-51 (ésta con aquel polémico arbitraje ante el Atlético en Nervión); tercero en la 06-07 y la 08-09; y cuarto en la 09-10. Sin embargo, no hay pie ninguno a la confianza. En la campaña 40-41, cuando la delantera Stuka arrancó con desmedida y arrolladora puntería, para un balance de 40/12 en los goles a favor y en contra, el equipo de Pepe Brand terminó quinto, tras liderar la clasificación en la jornada 7. Igualmente, el conjunto de Vicente Cantatore no superó el octavo puesto en la 90-91, después de haberse colocado a estas alturas del campeonato como segundo, ilusionando en vano al sevillismo.

Los inmediatos precedentes, en cambio, sí causan buenas vibraciones. El equipo de Juande Ramos en la 06-07, aquella gran temporada, conservó hasta el final el tercer puesto. Incluso pugnó con fuerza por el título con los dos gigantes del fútbol español, hasta que aquel recordado arbitraje de Iturralde González en Mallorca frustró sus opciones. Y el conjunto de Jiménez que se metió directamente a la Champions en 2009 también supo conservar el tercer puesto que tenía en la jornada séptima. En la campaña 09-10, de nuevo con Jiménez, el Sevilla era tercero en esta jornada y terminó, ya con Antonio Álvarez en el banquillo, cuarto, posición que logró con muchísima emoción al ganar en Almería, con aquel memorable gol de Rodri, tres días antes de levantar la Copa del Rey frente al Atlético.

Emery ha empezado con mucha fuerza este curso, pero su equipo deja todavía dudas. Por ejemplo, los más escépticos, no sin cierta razón, le echan en cara que ante los dos rivales de más entidad, Valencia y Atlético, el Sevilla sólo ha sumado un punto. Además, precisamente Valencia y Atlético se presumen como los principales rivales directos que tendrán los nervionenses para pugnar por el tercer o el cuarto puesto, dando por hecho que Barcelona y Real Madrid no van a caerse de las posiciones de privilegio.

En el club hay permiso para soñar, pero no para la confianza, sobre todo porque, aunque Emery no echa de menos a Rakitic ni a Fazio por ahora, llegaron once nuevos. Y los profesionales siguen esquivando la palabra Champions. La meta es Europa y el sueño, la ilusión que no la obligación, la Champions. Ése es el mensaje grabado a fuego en el vestuario.

Nadie quiere que la euforia cunda en un grupo que disfruta de la unión como una de sus principales virtudes. Además, Emery está logrando motivar a casi toda su plantilla gracias a su plan de rotaciones. De los 22 profesionales elegidos para llevar el peso del curso, y obviando que Cicinho y Cristóforo no están siquiera inscritos para la Liga Europa, el técnico de Fuenterrabía ya ha usado a 20. Sólo Arribas, de los futbolistas sanos, no ha podido debutar aún, mientras que Gameiro es esperado ya para que después del parón participe en las rotaciones del ataque.

Hay una creencia generalizada, dentro y fuera del club, de que la plantilla es más rica en matices y recursos que el curso pasado, aunque esto también deja alguna duda. Por ejemplo, en el eje de la zaga. Krychowiak tuvo que jugar un rato de central ante el Deportivo, ya que ni Arribas ni Kolodziejczak estaban convocados. Por eso está permitido soñar, pero está prohibido dormirse.

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