Los Miami Heat perseguirán desde mañana su segundo título consecutivo de campeón de la NBA y el reto de imponer una dinastía que guiada por LeBron James se fija en el espejo de su rival, San Antonio Spurs.

Después de la era de los Chicago Bulls de Michael Jordan, sólo los Lakers de Kobe Bryant y los Spurs de Tim Duncan ganaron más de un título y sólo los californianos hilvanaron dos o más.

Miami anhela el segundo seguido e imponer una dinastía a la que James, el mejor jugador del momento y posiblemente uno de los más grandes de la historia, pondrá el apellido. "Para eso vine aquí, para competir por la corona todos los años. Tomé un decisión difícil (en 2010). Imaginé algo más grande como equipo, sacrifiqué muchas cosas porque quería hacer algo especial", dijo James durante la cruenta serie ante los Indiana Pacers.

El Big Three que en 2010 juntó Miami con James, Wade y Bosh tenía la arrogante meta de pasar a la historia, y con su tercera final y un eventual segundo anillo comenzaría a escribirla con trazo grueso. Y un ejemplo a seguir son los Spurs, que buscan su quinto título tras los de 1999, 2003, 2005 y 2007, todos con Duncan como líder en la cancha, con el técnico Gregg Popovich en el banquillo y más tarde con Manu Ginóbili y Tony Parker completando su propio trío de ases.

Un técnico inteligente y duradero y tres pilares en la pista: los Spurs son una inspiración para hacer del éxito algo continuo.

La edad de los Spurs, que ganaron las cuatro finales que jugaron, puede hacer pensar que afrontan su última oportunidad. Pero ya se suponía en 2007, cuando guiados por Parker aplastaron 4-0 a los Cavaliers de James. Seis años después están de vuelta con la misma columna vertebral.

San Antonio llega con nueve días de descanso, con Duncan rejuvenecido y Parker en su mejor momento. El pívot está promediando en el play off 17,8 puntos y 9,2 rebotes, y el base hizo de media en la final del Oeste ante los Grizzlies 24,5 puntos y 9,5 asistencias. Enfrente, unos Heat que sufrieron hasta el lunes el juego interior de Indiana, un enigma que le costó resolver siete encuentros. "Es un gran equipo, individual y colectivamente", destacó Popovich. Seis años después, otra vez los Spurs contra James.