Desde mi córner

La Superliga crea un frente común

  • Florentino Pérez logra que coincidan todas las ideologías en rechazar una idea contra natura

Cuantos más días pasen y más agua discurra bajo los puentes, el ridículo de la Superliga aumentará en espectacularísima progresión geométrica. Lo que se anunciaba y caía como una gran bomba en el universo Fútbol rompía en descomunal petardo que se llevaba por delante la credibilidad de un ser calificado de superior. ¿Cómo un hombre tan poderoso como Florentino Pérez podía haber pecado de pardillo para un ridículo así?

Ha dado el presidente vitalicio del Real Madrid la impresión de desconocer los recovecos de la vida y de no tener pajolera idea del sentir de la calle. Es como si la vida fuese para él un inmenso consejo de administración en el que sólo manda el peso del dinero. Y así las cosas, resulta que el batacazo ha sido tan morrocotudo que a ver si algún día logra sobreponerse. Sólo 72 horas de vida para un proyecto es señal inequívoca de que fue una idea nacida sin fundamento.

Setenta y dos horas es un tiempo muy corto para que fuese fruto de un parto natural. Nació con una fuerza indudablemente artificiosa y así duró lo que duró. Inglaterra inventó el fútbol y ha sido la propia Albion la que ha parado el engendro, la que ha impedido que el fútbol sea ultrajado por un puñado de ricos que sólo tiene un dios verdadero, el dinero. Y ahora se justifica el muñidor diciendo que la Superliga no ha muerto, sino que reaparecerá con otros fundamentos.

Parecido esto al marxismo de Groucho cuando dice que “éstos son mis principios y si no le gustan tengo otros”. Cambiar los principios es lo único que se le ha ocurrido a Florentino para justificar un petardo como éste. Y lo más importante de cuanto ha ocurrido es que el hombre ha puesto a todos de acuerdo. Con la única exclusión de algunos de sus incondicionales, derechas e izquierdas han coincidido en postularse en contra de una idea que ven descabellada.

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