Antonio Tapia no deja cabo suelto alguno de todo lo relacionado con su plantilla. Como es habitual, el psicólogo Antonio Hernández grabó el encuentro ante el Tenerife, con el que posteriormente se realizó un completo montaje que fue visionado por los entrenadores. Esto hizo que en el entrenamiento de ayer por la mañana, Tapia repasara en el propio campo de entrenamiento los errores cometidos en el partido del sábado.

El técnico dispuso al equipo de la misma forma que estaban colocados en los momentos de los goles para recrear la jugada con la mayor verosimilitud posible y analizó cada movimiento con los jugadores. Tapia preguntó a sus jugadores qué acción realizarían en cada una de las situaciones y luego señaló cuáles deberían ser los movimientos defensivos para frenar esa jugada.

El preparador cordobés hizo hincapié en las ayudas del pivote defensivo cuando el balón proviene de un centro desde la banda que busca la incorporación de los jugadores del mediocampo rival y también los ajustes que deben realizar tanto los medios como los laterales cuando un central sale de sitio, algo que ocurrió en el gol de Nino.

La obsesión del cuerpo técnico en estos días de concentración en La Manga, además de las palizas físicas diseñadas por Paulino Granero, ha pasado por los mecanismos de ajuste en la defensa y el ejercicio de ayer fue una muestra más de esta preocupación. No acabó nada contento el técnico con el aspecto defensivo del equipo ante el Tenerife y ahora busca la manera de solucionar esas desaplicaciones para que desaparezcan de una vez por todas.