Un gol del africano Tchite, marcado en el tiempo añadido, arrebató al Zaragoza una victoria para la que en modo alguno había hecho méritos, dado que el dominio del cuadro de Marcelino fue total durante prácticamente todo el encuentro.

En el banquillo del equipo visitante se encontraba Javier Irureta, técnico que debuta con el Zaragoza y que llevó al Racing a un octavo puesto en Liga, la mejor clasificación que ha logrado el conjunto cántabro en Primera.

Apenas tardó tres minutos el Racing en abrir el marcador, en una jugada personal de Sergio Sánchez que, tras irse de tres jugadores, tocó en vertical para la llegada del canterano Iván Bolado, que batió a César con un disparo que acabó en las mallas después de dar en el palo corto.

Los cántabros, por dominio y juego, no tanto por ocasiones, quizá merecieron ir al descanso con mayor renta. Con el marcador a favor y un rival enfrente blando en la presión, el Racing jugaba a placer. Sin embargo, una falta lejana botada por Luccin al centro de la portería, no fue atajada por Coltorti y su despeje en corto fue aprovechado por Diego Milito para empatar el partido.

El gol cayó como un jarro de agua fría para un equipo que se había mostrado muy superior que su rival, lo que no fue óbice para que los cántabros se volcaran hacia el área del Zaragoza y dispusieran de algunas ocasiones, la más clara de Jorge López, que acabó disparando fuera, cuando se había plantado solo ante el meta. Al final, al Racing se le hizo largo el partido y, cuando acusaba el desgaste del partido de Copa, Celades colocó el segundo tanto maño en el marcador. Pero este Racing es muy difícil que pierda un partido y Tchite lo corroboró.