El Sevilla visita Tenerife para enfrentarse al Granadilla (13:00, hora peninsular) en la penúltima jornada de la Liga Iberdrola, en lo que supone el último desplazamiento de la temporada en la competición regular. El equipo sevillista, una vez lograda la salvación, no quiere darse por vencido en la persecución de la Copa de la Reina, a cuatro puntos de distancia. Difícil, pero no imposible.

Tras la victoria en la ciudad deportiva ante el Madrid, encuentro que dejó sellada la permanencia en la máxima categoría, la escuadra de Nervión se enfrentarán a una de las revelaciones del campeonato, situada en la cuarta posición de la tabla clasificatoria.

El conjunto tinerfeño, que en su última cita en casa venció por dos goles de diferencia al anterior rival de las sevillistas, es un bloque sólido, aunque ha tenido varios pinchazos esta temporada. Curiosamente, no pierde como local desde el envite ante el actual líder a finales del mes de marzo: el Atlético de Madrid le endosó entonces cuatro tantos.

Los técnicos sevillistas citaron a la jugadora del filial Ana Franco, quien no estuvo ante el Madrid y que es la principal novedad junto a Nagore Calderón y María Bores, quienes vuelven a viajar tras una jornada sin hacerlo.