Fernando Torres se mostró cauteloso de cara al favoritismo que el club rojiblanco ha cobrado tras su pase a semifinales de Liga de Campeones y los tropiezos del Barcelona en Liga, resaltando que el equipo sólo piensa en el partido de mañana frente al Athletic.

"Ahora mismo no miramos más allá del próximo partido porque creo que el lema de "partido a partido" hay que saber bien lo que significa, tenemos que dar los pasos uno a uno y no saltarnos ninguno. El resto queda muy lejos", declaró el delantero atlético en un acto de presentación en Madrid.

En este aspecto, el de Fuenlabrada señaló que están todos ilusionados y disfrutando de un gran momento ya que creen que lo mejor está aún por llegar para el club rojiblanco. "No hay que conformarse con lo conseguido, desde el trabajo y la humildad todo el equipo entendemos que lo mejor está por llegar", añadió.

Por ello, afirmó que es negativo pensar en lo que va pasar ya que "hay muchos partidos que solucionar por delante", de cara a un posible doblete una vez clasificados para semifinales de la Liga de Campeones y colíderes en Liga. "Tuve la suerte del doblete como aficionado y desde dentro como canterano y son recuerdos con detalles que tengo muy recientes, pero queda muchísimo", recalcó.

Sin embargo, no sabe lo que le está pasando al Barcelona, pero recordó que "cuando las cosas salen mal" es cuando "toca estar juntos y remar" como ya hicieron ellos cuando tuvieron baches. "El Barça se ha dejado puntos y la situación respecto a hace un mes es muy diferente, por eso no hay que dejar de creer, como nuestra afición, que no ha dejado de creer desde el primer día y tienen su recompensa", concluyó el rojiblanco.

El madrileño reconoció que la Champions es un reto muy grande y que el partido frente al Bayern de Múnich va a ser fantástico, mientras que insistió en que "no vale de nada pensar en lo que va a venir después" y que deben centrarse en cada partido.

Finalmente, El Niño se mostró feliz de tener continuidad y ayudar a través de sus goles en un momento en el que cuenta con una de las mejores marcas de 2016, con 91 minutos de promedio para cada gol, algo que ha abierto la veda sobre su presencia en la selección.