Fútbol l Primera Andaluza

Trepidante final en un vibrante año

  • La alegría del Antoniano contrasta con la tristeza por el descenso del Morón

El curso futbolístico 2007-08 en Primera Andaluza puso su broche final el pasado domingo con un desenlace vibrante. Sobre todo para dos equipos, Morón y Arahal, que se jugaron en la última jornada la permanencia una temporada más en la categoría. El duelo mantuvo la emoción hasta el último instante, pues, a pesar de que los aruncitanos se adelantaron el marcador, un gol de Pepito en las postrimerías de un igualado choque permitió al conjunto del Alberto Castro conseguir la salvación, después de estar todo el año peleando por lograr una permanencia que ha estado muy cara, pues equipos como el Camas, el Pilas o el Tomares no se han salvado hasta hace pocas fechas.

En mitad de la clasificación, han terminado conjuntos que aspiraban a pelear por cotas mayores en la zona alta de la clasificación junto al Utrera, el Coria y al ascendido Antoniano. El Cabecense es el que mejor refleja esta situación. El conjunto de Las Cabezas, tras descender de Tercera, era uno de los aspirantes a retornar a la última categoría nacional, pero su irregularidad le ha llevado a finalizar la temporada en un discreto octavo puesto, por detrás del Castilleja, otra de las decepciones. La escuadra de Selu, llamada a dar guerra entre los mejores, ha pagado caro el hecho de dejar escapar demasiados puntos de su feudo. Un escalón por encima de los blanquiazules ha quedado el Paradas, que ha cuajado una gran campaña. Sobre todo como local, mostrándose como un rival difícil de batir.

Una de las revelaciones del grupo ha sido el Marinaleda. El conjunto de Fran Reina ha firmado un campeonato excelente, pues en varias fases del torneo se ha estado codeando con los equipos de la zona noble. Sin embargo, sus múltiples empates lo han llevado a ocupar un lugar en la zona media alta muy meritorio.

La sensación de la competición ha sido el Tomares, al que Manuel Luque ascendió en el ejercicio pasado y al que ha salvado de forma holgada después un campeonato en el que ha tenido grandes contratiempos. En concreto, en lo referente a jugadores lesionados. Aun así, la unión y el compromiso existentes en el bando aljarafeño han sido la clave del éxito del cuadro auriazul. Por último, el Pilas, el Arahal, el Camas y el Morón han estado todo el año peleando por no ocupar uno de los cuatro puestos de descenso. Al final, los moronenses han sido los que han caído al pozo. Las otras tres posiciones han sido ocupadas por Egabrense, Montalbeño y Priego, que han dejado patente el bajo nivel de los cordobeses, ya que sólo Montilla, Baena y Peñarroya han ofrecido un buen rendimiento.

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