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Último tren para Perotti

  • El argentino firma en el Genoa, que pagará al Sevilla 350.000 euros más el 10% de una futura venta. Monchi abre con éxito la ingrata tarea de rescatar inversiones de jugadores a la baja.

Estuvo muy cerca de convertirse en un juguete roto. Una vez rogó al club casi llorando que lo dejara salir para jugar en el Racing de Avellaneda. Fue hace un año y medio. En un estado anímico deplorable, producto de una larguísima racha de lesiones y una inestabilidad emocional fuera de lo común en un futbolista de alta competición, Diego Perotti logró remontar con la ayuda de los profesionales del Sevilla. Pasó por el quirófano e inició una nueva campaña en la que parecía que veía la luz al final del túnel. Anotó goles importantes (como en la Liga Europa) y fue un jugador que sumó para el proyecto de Emery, pero se metió en un callejón sin salida con un enfrentamiento público a un sector muy influyente de la afición.

Quizá todo sea un reflejo de la inestabilidad emocional de un futbolista que dio el salto de una forma vertiginosa de la mano de Manolo Jiménez. Llamó la atención tanto que los mejores clubes del mundo se fijaron en él. Del Nido llegó a decir que había desechado una oferta de 14 millones de euros, pero la apuesta -esta vez- salió mal. Perotti volvía a Argentina en otro momento de bajona, aunque su cesión al Boca Júniors puede catalogarse de desastrosa. Entre lesiones y momentos depresivos, Perotti jugó sólo 31 minutos en el equipo de su padre.

Ahora, el argentino está ante su última oportunidad. Ayer quedó cerrada su desvinculación definitiva del Sevilla al acordar todas las partes su incorporación a la disciplina del Genoa de la Seria A italiana. El extremo, que llegó a Nervión procedente del Deportivo Morón y como miembro de la selección albiceleste sub 20, firmó ayer mismo un contrato por cuatro temporadas después de pasar el reconocimiento médico. En la operación, el Sevilla ha logrado incluir unas condiciones bastante favorables teniendo en cuenta la posición que defendía, con el jugador con una cotización muy baja y en su última campaña de contrato. Perotti finalizaba en junio de 2015 y, además, el Genoa había iniciado las negociaciones bajo la premisa de no pagar cantidad alguna de traspaso habida cuenta la situación del jugador. El club nervionense logró sacar tajada a base de mantenerse firme y al final la operación se cerró en el pago de una cantidad de 350.000 euros, a lo que habría que incluir un 10 por ciento de una futura venta.

El futbolista prometió en su nuevo club trabajar para dejar contentos a sus mentores, consciente de que puede ser su último tren en el fútbol europeo. "Estoy feliz de estar aquí -afirmó-. Voy a volver a mi nivel. Quiero darlo todo por el Genoa, que es un club importante. Creo que podemos hacer grandes cosas". Le preguntaron si lucirá el número 10 en su nueva camiseta. "Si me lo dan, voy a ser feliz", dijo.

El de Perotti es el primer gran éxito de Monchi en una labor poco estimulante como es la de buscar salida a gente con contrato en situación complicada, tarea en la que el pasado año rescató varios millones de euros. En su caso, además, había tenido varios enfrentamientos con Emery. Una suma de factores que le dan valor a esos 350.000 euros. ¿Que pudieron ser 14 millones? Sí, pero no lo fueron.

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