Feliz pese a un rifirrafe con un ayudante de Eusebio Sacristán que él minimizó. Así compareció ayer ante la prensa Julio Velázquez, quien destacó la justicia del resultado. "Hemos tenido siete u ocho ocasiones de gol y somos totalmente merecedores de la victoria. Creo que podríamos haber conseguido un resultado amplio, pero no acabamos de matar el partido", aseguró.

Con todo, es casi más importante hablar de él que del equipo, pese a que no le convenga. La grada cantó contra él al borde del descanso, cuando fue expulsado. "Bajé rápidamente las escaleras y no me he enterado de nada, pero me lo tomo con todo el respeto del mundo hacia el aficionado. Lo importante es el Real Betis, no Julio Velázquez. La afición ha apoyado al equipo de forma incondicional y en momentos fastidiados, en los que debíamos saber sufrir con madurez, ha estado con el equipo, que lo ha notado y agradecido. La afición ha estado de diez. Más allá del entrenador, lo importante es el equipo y la institución", argumentó.

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Eso sí, a él se lo nota incómodo durante los partidos. "Desde fuera cada uno puede analizar la situación como crea. Desde que soy entrenador, es el momento en el que más tranquilo estoy en el área técnica salvo situaciones puntuales. En lo que es el desarrollo y la dirección del partido, es cuando más pausado estoy. Intento convivir con estas situaciones con normalidad", dijo.

Velázquez, luego, volvió al análisis del partido. "Todo depende del mensaje que se quiera dar, de cómo se dicen las cosas y de qué rodea al mensaje. Cuando mejor se ha visto al equipo fue en la primera mitad del otro día ante Osasuna. A partir de ahí, ha habido fases francamente buenas, como el partido ante el Recreativo. El equipo sigue mejorando en el querer y en el ir a por los partidos. Nos estamos relacionando más y hemos generado situaciones de peligro. Miro al futuro con optimismo", apostilló.