La relación entre Risto Vidakovic y Pepe Mel no es del todo fluida, o al menos no lo ha sido hasta el momento, y el viernes por la tarde vivió su momento más crítico. Las declaraciones del entrenador del filial cuestionando la idoneidad del estreno de Álvaro Vadillo con el primer equipo provocaron un auténtico cisma en la entidad verdiblanca, donde las llamadas entre los consejeros y los técnicos se sucedieron durante la tarde.

Mel, que siempre ha visto con recelo la figura de Vidakovic, por aquello de su cercanía con la gente del club, se sintió atacado, por lo que pidió el apoyo del consejo sobre su figura. Esto provocó que tanto José Antonio Bosch como Miguel Guillén o Vlada Stosic dialogaran con el entrenador del filial para solicitarle una aclaración. Ayer, Vidakovic, en la conferencia de prensa posterior al derbi, dio marcha atrás y ofreció su versión de los hechos, queriendo rebajar el tono de la polémica. "Le he dado mi apoyo al jugador y lo que le dije fue que tuviera tranquilidad porque llegó con ganas de demostrar mucho más. Yo le dije que él no tenía ya nada que demostrar, que hiciera lo que sabe. Se me escapó una palabra a la que se le ha dado luego mucho bombo, pero quiero decir que no lo hice con intención de lanzarle ningún recado a Pepe Mel, con el que me une una relación estupenda. No ha habido ningún tipo de polémica con el jugador. Para mí, es un problema resuelto", señaló.

El asunto, pese a todo, aún no está cerrado completamente. El club pretende que mañana, cuando Mel regrese de resolver unos asuntos personales en Madrid, se vean las caras los técnicos de la casa para limar asperezas y que situaciones así no vuelvan a suscitar más polémica. El asunto de Vadillo ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Mel, quien ya había discrepado con Vidakovic en algunos asuntos durante la pretemporada.

De momento, el club respalda al técnico del filial, quien ha sido importante, por ejemplo, para la llegada de Dusko Tosic, pero ya se le ha dado un toque de atención y no se le permitirán más salidas de tono en el futuro. Ahora sólo falta que Mel acepte la rectificación de Vidakovic para no ahondar en una polémica que el viernes alteró a los dirigentes béticos.