Desde mi córner

Vital será aprovechar la ola y no bajarse de ella

  • El fútbol es un estado de ánimo y España ha de sacar partido al impulso anímico de esta goleada

Los errores ante el gol de los primeros partidos nos han llevado al cuadro feo de los cruces de octavos. Y es una pena que por tan poco como hubiera sido marcar el penalti que erró Gerard Moreno ante Polonia o las ocasiones desperdiciadas de Morata ante Suecia no estemos en mejores condiciones de futuro. Una pena que se acrecienta porque, a pesar de esos errores, estuvo a punto de sonar la flauta con el empate entre suecos y polacos.

Pero no caben lamentaciones, la vida es tal como se presenta y sólo procede mirar a Croacia y a lo que venga. No es un caramelo la banda de Modric y Perisic, pero luego asoman tiburones y eso tiene un peligro indudable. No hay que mirar más allá del horizonte y el horizonte es, sólo y exclusivamente, el equipo croata. Competitivo y con un Balón de Oro al mando de las operaciones, los ajedrezados no son un regalo, pero tampoco es misión imposible doblegarlos.

El fútbol es un estado de ánimo y aquí, mediante el repóquer ligado ante Eslovaquia, ha pasado del pesimismo y las negruras a un subidón importante. Y hemos de aprovechar el impulso de esa ola anímica para que el lunes demos otro paso al frente. ¿Y después, qué? Pues si hay un después, lo lógico es que nos las veamos con Mbappé y la compaña. Palabras mayores el vigente campeón del mundo, pero vayamos paso a paso y sin marcar el segundo gol antes que el primero.

Y metidos en elucubraciones digamos que los octavos son muy desiguales, ya que se combinan partidos de altísimo nivel con otros muy inferiores. Y es que comparar un Gales-Dinamarca con un Inglaterra-Alemania son ganas de comparar, o ¿qué tendrá que ver un Bélgica-Portugal con el Suecia-Ucrania? Pero fútbol es fútbol y en el de hogaño cualquiera es capaz de hacer un reloj que, además, funcione. Croacia, sólo importa Croacia, partido a partido, sólo eso.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios