Bajas Real Madrid

Zidane, Cristiano y ¿Modric?

Lopetegui sigue el entrenamiento de sus futbolistas con un balón en las manos.

Lopetegui sigue el entrenamiento de sus futbolistas con un balón en las manos. / kena betancur / efe

Los constantes rumores sobre una posible marcha del croata Luka Modric al Inter de Milán tienen en vilo al entorno del Real Madrid, que debería afrontar la marcha de otro de sus pilares tras las sorprendentes salidas del entrenador Zinedine Zidane y del astro Cristiano Ronaldo.

Después de conquistar su tercera Liga de Campeones consecutiva en el mes de mayo, el equipo blanco sufrió a continuación la dimisión del técnico que lideró al equipo en la gesta, el francés Zidane, y la marcha del máximo goleador en la historia del club, Cristiano Ronaldo.

Julen Lopetegui llegó a principios de junio para ocupar el vacío de Zidane, pero el Real Madrid no ha fichado a ningún crack que tapara el agujero que dejó el portugués en la delantera.

Tras días de especulaciones en la prensa con supuestos movimientos del Real Madrid en el mercado de fichajes, la posible salida de Modric constern al madridismo, que sufre con sólo imaginar lo que perdería si los rumores se cumplen y el jugador croata termina fichando por el equipo interista.

Al borde de cumplir los 33 años, a Modric no le quedan muchos contratos que firmar como futbolista profesional. En el Real Madrid tiene un compromiso rubricado hasta 2020, pero el Inter le está ofreciendo cuatro temporadas y una importante subida de salario. Además, en la oferta del equipo italiano habría dos años más en el fútbol chino, donde podría retirarse con un buen cheque en el bolsillo.

El croata, elegido hace apenas unas semanas mejor jugador del Mundial de Rusia 2018, no siempre fue una estrella ni uno de los jugadores más populares.

Cuando el Real Madrid pagó 30 millones por él al Tottenham inglés en 2012 su fichaje sembró algunas dudas y tardó en afianzarse en el mediocampo del rocoso equipo que entonces dirigía José Mourinho. No era precisamente un fichaje glamuroso como los que el presidente, Florentino Pérez, usaba para ilusionar a sus hinchas.

Eso sí, a las órdenes de Carlo Ancelotti logró hacerse con el timón del juego blanco y nunca más volvió a soltarlo. Desde entonces ha conquistado cuatro Champions League, en 2014, 2016, 2017 y 2018, siendo además titular en las cuatro finales.

La derrota de Croacia ante Francia en la final de Rusia 2018 lo privó de culminar una temporada soñada con el máximo trofeo internacional, pero al menos se llevó el reconocimiento del Balón de Oro del torneo.

Bajo la falsa apariencia de un físico frágil se esconde una rocosa capacidad de despliegue, un certero remate lejano y unas habilidades inmejorables a la hora de gobernar el juego que han encandilado a la afición blanca, la misma que ahora reza para que los rumores no sean ciertos y aún esté a tiempo de retenerlo.

Más aún cuando su compatriota Mateo Kovacic ya ha amenazado con abandonar el Real Madrid en busca de más protagonismo, por lo que si ambos se marchan obligarían a una reestructuración importante en el mediocampo blanco justo cuando ya ha tenido que cambiar al entrenador y ha perdido a su gran referencia ofensiva.

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