En Pucela hay muchos aficionados al baloncesto que verían con buenos ojos hacerle un busto a Roberto González, un tipo que lleva 25 años en el CB Valladolid, salvo algún desliz puntual en Palencia o Zamora, un hombre de la casa que ha llevado la tranquilidad al Blancos de Rueda cuando todo apuntaba a que sería uno de los candidatos fijos al descenso de categoría. La entidad de la capital castellano-leonesa, un histórico del deporte de la canasta desde los tiempos floridos del Fórum, no tiene un euro, ha pasado por crisis institucionales, éxodo de jugadores que no cobraban y los que quedan no están al día... Bueno, pues aun así, tiene medio amarrada la permanencia en la Liga ACB gracias mayormente a este entrenador de perfil bajo y rendimiento alto.

No está de más halagar el trabajo de este técnico para demostrar que con ganas y actitud se pueden sacar adelante muchos proyectos aunque el dinero brille por su ausencia. El equipo vallisoletano bordea la salvación, igual que el Cajasol. Ambos saben que tienen muy difícil verse abocados a la LEB Oro viendo la situación clasificatoria y el calendario del Lagun Aro, el penúltimo de la clase, pero los dos pretenden resolver cuanto antes esto y estar tranquilos en las tres últimas jornadas ligueras.

En el Pisuerga, desde luego, han disfrutado. No rehúye del juego ofensivo el técnico local. Al mal tiempo, buena cara y canastas por doquier. El Blancos de Rueda hace un baloncesto alegre aunque ya no cuente en sus filas con Renfroe, Hunter, Tripkovic... Otros llegaron y se empaparon de esa filosofía ofensiva que encabeza Nacho Martín, quien querrá celebrar su trigésimo cumpleaños con un triunfo balsámico. El ala-pívot local está siendo la gran sorpresa de la temporada. Lidera el ranking de la Liga en valoración y en rebotes, siendo el quinto mejor artillero de la competición. Otro descarado, y veterano, como Montáñez también ayuda en las labores atacantes, así como otro interior como O'Leary con buena capacidad para anotar. A ellos se unen fieles escuderos como Jordi Grimau, que le ganó un partido en Manresa al Cajasol de Comas en un arranque de curso, Sinanovic, quien tuvo un inicio liguero espectacular, y Humphrey, el último refuerzo. En la dirección, un joven como el lituano Cizauskas comparte galones con otro que vino con el curso empezado, el argentino Porta, mientras que el ex cajista Izquierdo apenas dispone de oportunidades.

Interesa saber cómo se encuentra el Cajasol. Pudo certificar la alegría de mantenerse en la élite en el derbi del sábado pasado ante el Unicaja, pero la Feria o los nervios dieron al traste con el objetivo en un partido ciertamente malo del equipo de Aíto. Los sevillanos han sorprendido más de una vez durante la presente campaña y son capaces de lo mejor y de lo peor. Venían de dos triunfos seguidos, el último crucial en un choque de altos vuelos en San Sebastián, y en cambio desaprovecharon la ocasión frente a un Unicaja que llegaba a San Pablo con la soga al cuello por poder alejarse del play off. Calloway y la defensa se encargaron de menguar al Cajasol y convertirlo en una tropa desordenada y que apenas quiso jugar dentro de la zona. El resultado, derrota clara.

En Pucela habrá que esperar la reactivación de una plantilla con demasiados sobresaltos que nunca ha conseguido la regularidad pretendida por el cuerpo técnico y que viaja concienciada de que la victoria contaría con el valor de serenar los ánimos en el club para ir preparando ya la campaña venidera. Desde la entidad se ha insistido en que no se harían movimientos hasta que el equipo tuviese atada la permanencia...

Recae el protagonismo de nuevo sobre Satoransky, que en breve tendrá que ir pensando si prefiere cumplir su contrato en Sevilla para culminar su preparación o quiere dar el salto a un grande de Europa o a los Wizards, en cualquiera de los dos casos con dinero para el Cajasol como contraprestración. Pero el equipo de Aíto no depende únicamente del base y necesitará de un Latavious Williams más rodado tras su reincorporación discreta ante el Unicaja. Tanto Sastre como Holland conocen de antemano la predisposición de Aíto de darles muchos minutos y tendrán que aprovecharlos, mientras que Bogdanovic querrá resarcirse de sus ocho triples fallados en la última jornada. Balvin y Triguero pelearán con Sinanovic. Si todo sale redondo, el Cajasol respirará por fin tranquilo y reservará plaza para la próxima edición de la ACB.