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El adiós de un símbolo

  • Edu se despide del beticismo para aventurarse en el Internacional de Porto Alegre · El brasileño valora el apoyo de la afición y evita hablar de Lopera

Pocos sentimientos tan intensos existen en el fútbol como aquellos que emergen cuando un jugador abandona su club. El caso de Edu es, por su naturaleza, aún más concluyente; representando el adiós de un hombre convertido en referente futbolístico y humano del beticismo en los últimos años. Cinco temporadas de alegrías compartidas y sufrimientos superados. La historia verdiblanca guarda una deuda con el atacante brasileño, recordado por muchos como el salvador del equipo con sus goles en Santander en la temporada 2006-2007. Edu se despedía ayer con el mismo tono serio que caracterizó su comportamiento ante los medios. Sin rencores a transmitir ni culpables a señalar.

"Me quiero despedir agradeciendo a todos el trato recibido, sobre todo a una afición que me ayudó siempre y me apoyó en todo momento. Es duro despedirse, pero sabía que este momento iba a llegar", aseguraba el futbolista en sus primeras palabras. Las mismas que reiteró en varias ocasiones durante la rueda de prensa, insistiendo en acompañar su salida únicamente de buenos recuerdos: "No tuve problemas con nadie aquí, la relación fue siempre buena. Dejo muchas cosas en Sevilla, no sólo en el terreno de juego sino también fuera de él; la gente me ayudó incluso en los momentos más difíciles".

Luis Eduardo Schmidt se marcha del club verdiblanco a los 30 años, tras nueve temporadas jugando al máximo nivel: "Ir a Brasil supone un cambio radical, pero también lo fue en su momento venir de Vigo. Vuelvo a mi país, es una opción que me encanta al ser un equipo grande de allí". El destino de Edu será el Internacional de Porto Alegre, con el que tiene un acuerdo verbal a la espera de pasar el pertinente reconocimiento médico en los próximos días. "Tuve opciones de jugar en Europa y en el mundo árabe, pero mi familia y yo teníamos ganas de que regresar a Brasil", añadió.

Edu esquivó entrar en temas conflictivos y no quiso valorar a fondo los motivos que le impidieron renovar con el Betis: "Me voy por circunstancias que ya imagináis, hay un ciclo para todo y el mío con el Betis ya terminó. No estoy decepcionado con nadie, no sigo y nada más; no quiero hacer más sangre en las heridas". Preguntado por su relación con Manuel Ruiz de Lopera, fue claro: "Tenemos algunas cosas pendientes, pero esperamos que se cumplan".

Sobre su decisión, el brasileño insiste en el dolor que supone: "Parte de mi familia se queda, amigos y mucha gente; por ello cuesta despedirse. Me dolerá dejar Sevilla, pasó por mi cabeza seguir, pero no pudo ser. Fue a inicios de la temporada pasada cuando deseché la opción de continuar; pero no me voy porque el equipo esté en Segunda División. He vivido cosas definitivas que impidieron que me quedara. No me trataron de la forma más correcta, pero son aguas pasadas y quiero despedirme bien de mi afición sin sacar más sangre de las heridas".

Edu no olvida, pese a todo, los grandes momentos vividos en Sevilla: "Recuerdo sobre todo la primera temporada, con Serra en el banquillo, el mejor de la historia del club. Ganamos la Copa del Rey y fuimos a la Champions, fue una gran campaña. También recuerdo con alegrías más momentos, como la permanencia lograda en Santander o la remontada ante el Barça; hay muchos partidos importantes que recordaré". El brasileño lamenta el momento de su salida: "Me marcho dolido por estar el equipo en Segunda. Me duele no haber podido ayudar al equipo a mantenerse en Primera, sé que en condiciones normales podría ayudar en lograr el ascenso". Palabras de agradecimiento que volvieron al primer plano: "Tengo que dar las gracias a todos los entrenadores, he aprendido mucho de ellos. Me consideraron una pieza importante en el campo y en el vestuario. Gracias a los béticos por todo lo que me han dado estos años. Cuando no rendí bien fue porque no estaba en las mejores condiciones. Las cosas se dieron así". También se refirió a la actualidad del club: "Hablé con Tapia y le deseé suerte. Es un buen técnico y creo que el Betis está en buenas manos. ¿Con Lopera? Todo lo que tenía en mente decirle a Lopera se lo dije, es mejor hablar las cosas personalmente". Su nueva etapa será un misterio: "Me veo un chaval todavía. Es una etapa nueva, hay que adaptarse tras estar nueve años en Europa".

Es la marcha de un símbolo, la de un ejemplo de futbolista foráneo con pleno compromiso. "Me voy como vine, con la cabeza erguida, la pena es que el equipo esté en Segunda; le deseo toda la suerte del mundo", se despidió Edu. Palabras que apagan dudas, palabras que simplifican todo.

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