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Con aires de cita oficial

  • Jiménez programa el trabajo en función de las llegadas de los internacionales para saber con quién cuenta para el Carranza

Una victoria, de cierto fuste por producirse ante el Olympique Lyonnais, es el lustre que presenta el bagaje de los amistosos de nivel que ha jugado el Sevilla hasta ahora. La participación en la Peace Cup no tuvo el desenlace esperado, pese a que la derrota con la Juventus vino acompañada de la mejor imagen del equipo hasta ahora, algo que no se pudo repetir en el empate frente al Seongnam coreano. Y el triangular de Palermo, con sendas derrotas por la mínima frente al Mallorca y el equipo siciliano, han terminado de convertir el Trofeo Carranza en un cita en la que el conjunto de Manuel Jiménez está obligado a dar la cara.

Si ya se había fijado la tradicional cita del verano gaditano como el momento para medir la capacidad de la plantilla y del equipo, con miras a realizar correcciones en la planificación, ahora el encuentro de mañana con el Valencia, 15 días ante del estreno liguero en Mestalla, cobra aires casi de partido oficial.

No es casualidad que el cuerpo técnico haya estado mimando a Kanoute hasta ahora, de modo que el franco-malí siguiera un plan de prevención de lesiones en el exigente curso entrante. El propio jugador, en una jugada bien estudiada, se quitó del cartel del partido amistoso que hoy juega su selección en Francia, frente a Burkina Faso, pues las miras de su puesta a punto estaban en el Trofeo Carranza, convertido ya en vara de medir a todos los efectos, tanto de cara a la planificación como de cara a la imagen del equipo ante la afición.

El propio entrenador le da la importancia debida al torneo sabiendo que ese sector crítico de la afición que sigue persistiendo no le va a perdonar un grosero paso por Cádiz. Amén de que el Sevilla defiende el título, cobra incluso más importancia la imagen, de ahí que el técnico sevillista haya estado programando el trabajo durante la semana como si de una cita cuasi oficial se tratara. De hecho, hoy ha retrasado la sesión de entrenamiento hasta las 19:30 de la tarde, con la idea de que los siete internacionales que ayer disputaron partidos con sus selecciones (Luis Fabiano, Escudé, Squillaci, Romaric, Kone, Zokora y Duda) tengan tiempo para participar en ella y le den margen a su entrenador para saber en qué estado llegan y con qué efectivos cuenta.

Los tres costamarfileños, que ayer participaron en un amistoso en Túnez, son los que tienen más difícil llegar a la sesión vespertina de hoy, pero se cuenta con ellos para mañana, cuando el equipo realiza su último entrenamiento en Sevilla antes de desplazarse hasta el Hotel Vincchi Costa Golf, en Novo Sancti Petri, Chiclana, donde quedarán concentrados los sevillistas hasta el sábado, día en que se disputan la final y el partido por el tercer y cuarto puesto.

La línea medular, la que está siendo objeto de más análisis y críticas, es la más tocada. Renato lleva dos días sin ejercitarse debido a un edema óseo en la tibia y el peroné y es duda para el torneo. Y Jiménez no ha podido contar con Zokora ni Romaric para preparar la cita y lo más probable es que no puedan entrenarse hasta mañana, en la última sesión prevista antes de partir a mediodía para jugar por la noche con el Valencia (22:00). El técnico sevillista, que por primera vez en esta pretemporada suprimió las dobles sesiones para aligerar la carga de trabajo, no ha podido preparar el Carranza con todos los efectivos, tal y como hubiera deseado vista la importancia que ha cobrado la cita.

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