Se anuncia para esta noche en Heliópolis un partido de indudable trascendencia para que el Betis pueda arreglar de alguna manera el curso, pero esta cita copera con el Elche tiene también carácter de aperitivo por la fecha en que está ubicado, justo a cuatro días del partido de los partidos según Sevilla. Estamos, por tanto, ante un aperitivo de indudable trascendencia o, tanto monta, ante un hecho trascendente disfrazado con ropajes de aperitivo.

Se da el caso de que bien pudo venir el Betis de Elche con la eliminatoria muy cuesta arriba. Fue a través de un primer tiempo en que fue desarbolado por la tropa de David Vidal cuando las cosas pudieron quedar vistas para una sentencia muy favorable para los ilicitanos, pero la irrupción de Capi en la continuación y un gol de Pavone harían que el marcador fuese bueno para el Betis, quizá lo mejor que logró el Betis en aquella fría noche del 12 de diciembre junto al gran palmeral.

Pero ese resultado tan bueno en apariencia no significa que el panorama se le haya aclarado totalmente al equipo de Paco Chaparro, por supuesto que no. Ausencias aparte en un plantel que rara es la vez que está al completo, el potencial de juego que atesora el equipo bético no da para echar campanas al vuelo sea quien sea el contrincante. Pero es que, además, en el otro rincón aguarda un equipo con oficio, bien equilibrado y mejor trabajado por ese viejo zorro de los banquillos que atiende por David Vidal.

Gusta el técnico gallego de rememorar que tres fueron las veces que echó al Betis de la Copa, las tres de forma consecutiva y las tres contra todo pronóstico. Cuando las dos veces con el Cádiz porque el Betis era mejor que el equipo amarillo y cuando el Logroñés por un empate en Las Gaunas que hizo prometérselas muy felices a los entonces adiestrados por José Luis Romero para una vuelta en Heliópolis que a la postre les saldría rana.

Esta noche el vale al Betis cualquier victoria y el empate sin goles, se va a prórroga con empate a uno y todos los demás resultados favorecerían al equipo levantino. Chaparro sabe perfectamente cuántas dificultades trae este compromiso en la valija, de ahí que haya aparcado la atención por el derbi en aras a no pegar un tempranero barquinazo copero. Hasta los lanzamientos de penaltis se han ensayado de forma cuidadosa en las sesiones de trabajo que han permitido las vacaciones navideñas.

Sí se puede dar fe de que por los pensamientos del entrenador trianero, este aperitivo del derbi es asumido con la importancia que tiene. Y es que la única forma que se atisba de arreglar el curso que empezó en año centenarial sea mediante un buen papel en la Copa del Rey, en esta eliminatoria copera que se mira con minuciosidad por mucho que sea la antesala de un derbi. O sea que por mucha importancia que tenga lo del día de Reyes en Nervión, al Elche se le aguarda con muchísima cautela y una considerable dosis de respeto.

Y si hay cautela ante la visita de un equipo con fundadas pretensiones de ascenso a Primera División, Chaparro también guarda cautela sobre la alineación que contenderá con los de David Vidal. Hay que tener en cuenta que también hoy habrá entrenamiento, encaminado a refrescar conceptos y a poner al equipo en cancha, siempre bajo unas estrictas medidas encaminadas a preservar la intimidad, por lo que adelantar el equipo de salida es muy arriesgado.

Sí parece segura la participación de Casto en la portería y de Ilic y el canterano Toni en los costados de la zaga, mientras que Juanito, Melli y Rivas son los que optan a ocupar el corazón de la retaguardia. En el centro del campo es aún inutilizable Juande, tiene muchas posibilidades de jugar Somoza y todas las del mundo el joven Rodri, debutante en la ida y que goza de la confianza del entrenador. Delante, con José Mari en conserva con vistas a lo del 6 en Nervión, Xisco, Edu, Sobis, Fernando, incluso Mark González optan a un puesto, mientras que se encuentra totalmente descartado Pavone, el hombre que arregló el resultado del primer asalto, y hay dudas con Caffa, que ayer estaba padeciendo un proceso de gastroenteritis.

Se espera que, a pesar de horario y temperatura, Heliópolis observe una buena afluencia de béticos. También el hecho de que extrañamente no haya sido elegido por Audiovisual Sport para su retransmisión en taquilla debiera contribuir a que el Betis siga sin caminar en solitario. Será todo a partir de las nueve de la noche y bajo el arbitraje del engominado asturiano César Muñiz Fernández. Es un aperitivo, cierto es, pero no menos cierto que muy trascendente por sí mismo.