La final de Varsovia se acerca y las cábalas sobre el once titular se van reduciendo. Con algún matiz diferenciador, el once con mayor consenso será el formado por Sergio Rico; Coke, Carriço, Kolodziejczak, Tremoulinas; Krychowiak, Mbia; Aleix Vidal, Banega, Vitolo; y Bacca. Aunque va cobrando fuerza que Reyes entre por Coke para que Aleix Vidal sea el lateral derecho. Iborra y Denis Suárez parten, a priori, como suplentes. Y ambos asumen la importancia de su rol secundario. Son las armas secretas de Unai Emery para la final. Cada uno a su estilo, han sido importantes en momentos clave.

Ambos están entre los nueve jugadores que han participado en más partidos oficiales. Iborra ha marcado nueve goles en sus 40 encuentros en total y es el tercer goleador en la Liga, con siete. Además, fue clave en la eliminación del Villarreal. Denis Suárez, con seis tantos en 46 encuentros oficiales, hizo tres en Liga Europa, uno de ellos, fundamental, al Zenit.

Iborra no se considera un arma secreta, pero casi... "Quizá para algunos partidos sí, trabajo para ser uno más y para que el equipo sea el beneficiado. Sobre todo para que podamos dar muchas alegrías a la gente". Denis Suárez no llega a considerarse un revulsivo. "Yo, si tengo la oportunidad de jugar, intentaré hacer lo mío y aportar el máximo". Pero no elude su protagonismo en el camino a la final. "Estoy muy contento. Es mi primer año en competición europea, he hecho tres goles y creo que son tres goles importantes. El de Rijeka, que nos dio el pase a dieciseisavos de final, contra el Villarreal para cerrar la eliminatoria y, sobre todo, el del Zenit por cómo fue y por cómo se dio".

Iborra sí reconoce abiertamente ese papel trascendente en algunos partidos clave, aunque no está del todo satisfecho con su temporada. "En cuanto a goles, sí. En cuanto a partidos, más o menos he disputado varias temporadas este número de partidos. Y en cuanto a trascendencia en el equipo, creo que ha sido importante. Pero uno siempre quiere más. Y voy a trabajar para mejorar y ayudar más".

Ambos coinciden en que no sienten más presión por el premio de la Champions. "Nosotros sólo pensamos en jugar el partido y en ganar un título. Si luego conlleva entrar directo a la Champions, pues mucho mejor", dice el joven gallego. "La final no es una presión, es una ilusión, la afrontamos así. La preparamos sabiendo que va a ser muy, muy complicado, pero la ilusión que tenemos es tan grande y junto con nuestra gente sabemos lo fuertes que somos, que vamos a jugar esa baza para intentar traernos la cuarta", dice Iborra, que está convencido de que el aliento del sevillismo se hará notar en Varsovia: "Vamos a ver mucho rojiblanco por allí, va a estar la afición del Sevilla y sean muchos o pocos van a estar de nuestro lado, y sabemos que tenemos una fuerza tremenda detrás y vamos a tener presentes también a los de aquí. Se van a oír en la final".

Y también rechazan la presión del favoritismo. "No veo que seamos favoritos. Una final siempre es al cincuenta por ciento. El Dnipro ha llegado ahí por méritos propios, ha eliminado al Nápoles, un rival de entidad, con jugadores como Higuaín y Hamsik. Destaca Konoplyanka, pero sobre todo es un equipo duro", dice el sub 21. Iborra añade la palabra respeto: "Es un equipo fuerte, rocoso. No ha tenido el papel de favorito para llegar a la final, pero lo ha conseguido, y si lo ha conseguido es por algo. Sobre todo, como al resto de rivales a los que nos hemos enfrentado, los respetamos al máximo".