El ambiente en el entorno del equipo verdiblanco ha cambiado radicalmente con los últimos resultados y eso se ha trasladado al discurso tanto del club como de la propia plantilla. Si el pasado martes fue Manuel Momparlet, director deportivo, el que no eludió hablar de UEFA, ayer fue la propia plantilla la que asumió desde la prudencia ese mensaje. Tras dos años de sufrimiento, el equipo quiere quitar de su vocabulario la palabra descenso y empezar a hablar de cotas mayores.

"La gente está muy ilusionada con hacer una temporada distinta a la de años anteriores. Ahora mismo no tenemos que marcarnos la UEFA como un objetivo, pero es algo que está ahí. Si se hacen bien las cosas se puede llegar a conseguir ese premio. Debemos estar siempre entre los diez primeros y si cuando falten pocas jornadas estamos bien colocados, intentar dar un último empujón", comentó Damià, que sí deja atrás los sufrimientos de otras temporadas: "Desgraciadamente, hemos estado mirando abajo demasiado tiempo. Este año se está jugando bien desde el principio y los fichajes que han llegado han aportado cosas. El equipo siempre sale a ganar y eso a la larga trae buenos resultados".

La palabra UEFA, desterrada desde hace tres temporadas, ya no asusta en el vestuario verdiblanco. Si a comienzos de temporada se tenía cierta reticencia a apuntarla como objetivo, ahora, al menos, ya se plantea como una opción si el equipo mantiene la línea de juego y resultados de los últimos partidos. "Está bien ilusionarte. Es algo bueno para la afición y para nosotros, pero hay que tener paciencia e ir con mucha calma. En el mundo de fútbol, igual que ganas dos partidos y piensas en unas cosas, pierdes dos y estás metido abajo. La racha es buena tanto de juego como de resultados, porque este año, quitando el partido del Recre, hemos jugado siempre muy bien. Eso sí, la ilusión de la UEFA no se la podemos quitar a nadie", señaló Capi, uno de los veteranos del vestuario, que ha pasado por todo tipo de situaciones en el Betis: "En estos años he hecho prácticamente de todo. He ascendido, jugado UEFA y Champions League, he sido internacional, he ganado un título… Pero hay que ser ambicioso. En estos dos años quiero exprimirme al máximo para que el Betis no pase lo de estas últimas temporadas y pueda aspirar a cosas importantes".

No sólo un jugador experto como Damià o un veterano como Capi asumen la palabra UEFA. Casto, que aún no ha cumplido un año en el primer equipo, también se plantea este nuevo reto, aunque sabiendo que el trabajo diario es el que va a marcar el resultado final: "Después de dos años tan malos, es bonito que ahora se pueda hablar de un objetivo más alto. De todas formas, este equipo ha llegado ahí desde la humildad y es algo que no se puede perder".

Pero desde fuera del Betis también se le apunta como candidato. Ya lo hizo Abel Resino, técnico del Castellón, o Juan Ramón Muñiz, su homólogo del Racing. El último en señalarlo ha sido Maldonado, un ex bético que el domingo no podrá jugar ante el Betis. "Ahora estamos por delante en la clasificación, pero el Sporting está confeccionado para la permanencia y el Betis se gasta mucho dinero en fichajes y aspira a cotas más altas", comentó el cañaílla. Y parece que ese mensaje ha empezado a calar en el vestuario verdiblanco.