Fútbol l Liga de Campeones

El atajo de la pesadilla al sueño

  • El Barcelona está a tres partidos de darle la vuelta a los balances de la temporada

El Barcelona tiene tres partidos para convertir la pesadilla en sueño. Ésa es la distancia que le separa del título de la Liga de Campeones, una oportunidad única de salvar una temporada llena de dificultades, de tensiones y de amargura.

El equipo azulgrana se clasificó el miércoles para las semifinales de la Liga de Campeones después de vencer por 1-0 al Schalke 04. Vivió el partido casi con pánico, una constante en las últimas semanas, aunque al final sobrevivió y se situó entre los mejores de la máxima competición continental.

Atrás quedaba un día muy complicado que se abrió con unas incendiarias manifestaciones de Xavier Sala Martín, presidente de la comisión económica del Barcelona e íntimo asesor de Joan Laporta. "Hay jugadores que salen de fiesta y están apartados", dijo Sala Martín sin mencionar nombres, pero en clara alusión a Ronaldinho y Deco.

Luego comenzó el encuentro, en el que el Barcelona sufrió muchísimo más de lo pensado. El Manchester United espera en semifinales. La prensa de Barcelona recuperó ayer el optimismo tras el triunfo. "Aceptemos que la temporada ha sido decepcionante hasta la fecha, pero todavía se puede culminar de forma espectacular y éste debe ser el gran objetivo. Conviene no olvidar que la Champions es lo máximo, un título codiciado y ambicionado, una competición donde el Barcelona rinde al máximo", afirmó el diario Sport.

Mundo Deportivo también se manifestó en términos parecidos. "Ahora vale la pena centrarse en unas semifinales espectaculares, seguramente ante el mejor equipo del momento. Un dato positivo: el Barcelona mejoró con confianza", opinó. La segunda nota positiva es que para el duelo ante el Manchester se avizora el regreso del argentino Leo Messi, a quien se le espera más que nunca como el Mesías.

Porque el Barcelona le necesita, no hay duda. Por mucho que el equipo derrotara al Schalke 04, el temblor sigue en el cuerpo del hincha azulgrana. De hecho, la victoria tampoco ayudó a cerrar totalmente las heridas y el Camp Nou fue escenario de la segunda gran pañolada de la temporada. Si el domingo fue Laporta el destinatario, el miércoles le tocó a Frank Rijkaard, el técnico.

Los abucheos fueron inmisericordes contra el holandés, a quien se le volvió a reprochar su supuesta tendencia a proteger a las estrellas, en este caso Henry, de nuevo criticado por la grada, en lugar de Bojan. Pero la temporada no para y el Barcelona regresa mañana a la realidad de la Liga, con su visita al Recreativo. El pase a las semifinales de la Champions resultó balsámico; por el momento, al Barcelona le está permitido soñar.

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