El Betis Baloncesto conquistó la Copa de Andalucía, que este año, tras el ascenso del Fundación Granada, recuperó su formato de triangular. Y lo hizo ganando, como el día anterior, al Unicaja por 72-75, con un espectacular parcial en el último cuarto de 9-25 y un triple final de Evans que recordó al que hace tres años clavó KC Rivers para levantar el trofeo en San Pablo. Esta vez fue el base el que firmó la canasta definitiva, aunque fue el trabajo defensivo lo que decantó un partido que no acabó Baéz, lesionado en la rodilla derecha.

Pinta mal lo del dominicano. En una acción defensiva Dedovic empujó a BJ Johnson y éste cayó sobre la pierna estirada del ala-pívot a la altura de la rodilla. Se fue sin apoyar el pie, ayudado por los auxiliares del cuadro verdiblanco al vestuario y ahora hay que esperar el diagnóstico a menos de una semana de la Supercopa ACB, con Nzosa también descartado para la cita hispalense. Quedaban en ese momento tres minutos para el final del encuentro con 68-62, con los de Luis Casimiro remando desde atrás al entrar al último cuarto 13 puntos abajo. 

Báez, ante Ejim.

Y en la siguiente acción, quizá llegó la solución bética si lo de Báez es para largo. Triple frontal Giorgios Tsalmpouris para poner a los verdiblancos, esta vez de naranja, a tres puntos. El griego, que está ayudando al Betis en los entrenamientos, ha cuajado, con apenas un par de entrenamientos, una gran actuación demostrando que es un jugador muy aprovechable: movilidad, buena muñeca y briega interior con sus 2,16 metros.

Y el heleno fue fundamental después. El intercambio de golpes y fallos mantuvo la desventaja de tres puntos. Un triple de Barreiro fue rescatado por un jugador de Unicaja, que recibió el tapón de Tsalmpouris, que dio un pase de fútbol americano a Evans para montar el contragolpe. El base cedió a BJ Johnson, quien forzó el 2+1 para empatar. Con 72-72, partido de 51 segundos por delante. El triple de Osetkowski fue al hierro y el Betis atacó para ganar. Balón para Evans, que está aquí para liderar el proyecto y jugarse estos momentos. Bota que bota hasta casi comerse la posesión viéndose obligado a lanzar un triple lejano que entró limpia.

Todavía le quedaron al Unicaja tres segundos para forzar la prórroga. Ibon Navarro diseñó en su pizarra la jugada y casi sale por la feble defensa bética, que dejó a Osetkowski lanzar con cierta facilidad, aunque, al contrario que el base bético, no acertó.

Kurucs entra a canasta ante Thomas.

Al final, el conjunto sevillano levantó el trofeo autonómico. Segundo título de verdiblanco, séptimo en total como club hispalense, después de un último cuarto para enmarcar, a excepción de esa lesión de Baéz. Con 63-50 para Unicaja se cerró el tercer cuarto, con dos minutos finales en los que el equipo costasoleño se despegó en un choque se que venía moviendo en los cuatro o seis puntos de renta para el Unicaja. Pero desde el 54-50, con canasta de Baéz, un 9-0, con lesión de Lima de por medio, pareció finiquitar el partido.

Pero este Betis tiene garra, alma y corazón. Al ritmo de Evans (17 puntos), en el último tramo del partido aceleraron los de Casimiro, con BJ Johnson abriéndose de piernas en una defensa y haciendo temer a más de uno una lesión muscular. Ajustando la defensa y aprovechando que el Unicaja jugaba sin pívot y sin base puro por la lesión de Perry, el Betis fue reduciendo la desventaja para llegar el final con el marcador igualado. Y entonces Evans decidió para hacer soñar antes de la Supercopa.