Cuando asombró en la Copa de Andalucía con su actuación ya dijo Juanma Rodríguez, director deportivo del Coosur Real Betis, que no era el Izundu que esperaba durante el curso, porque incluso a él mismo le sorprendió su rendimiento en aquel partido. Transcurridas 10 jornadas, el cinco está demostrando que puede aportar músculo en la pintura y contundencia en ataque bajo el aro, pero también unos debes que necesita mejorar y paliar por el bien del equipo y el suyo propio, ya que el club busca un pívot y podría tener abierta la puerta de salida.

Un mal lo persigue, como a la mayoría de interiores que salen de la Liga Universitaria de los Estados Unidos rumbo a Europa: abusar de las manos a la hora de defender. Y eso, en España, y más en un novato, se traduce en saco de faltas personales gratuitas, pues más de una se las podría ahorrar.

El interior ha sido eliminado ya en tres de los 10 partidos disputados, en Tenerife por última vez habiendo jugado menos de siete minutos. De hecho, en los últimos cuatro partidos acumula 18 personales, siendo también eliminado frente al Barcelona (y en Valencia en la tercera jornada) y quedándose con cuatro en Burgos y en Málaga contra el Unicaja. En este periodo sumó 61 minutos en pista, lo que da un resultado de una falta cada tres minutos. Un regalo ante interiores como Shermadini y Tomic, con buena mano desde la línea de la personal.

En total, Izundu es el sexto jugador que promedia más personales por partido en la ACB con 3,3, en una lista liderada por el jugador del Bilbao Básket Rouselle (3,6), aunque el bético lo hace en apenas 15 minutos de promedio. Sólo dos veces no llegó a las tres personales: en Vitoria (jugó 2.28 minutos) y ante el Zaragoza.