Coosur Real Betis

Muchas piezas y poco equipo de momento

  • Los dos extracomunitarios, Conger y Rivers, no marcan diferencias y cuando los triples no entran el equipo, sin juego interior, carece de un plan B 

Fitipaldo y Huskic presionan al bético Sipahi durante el último encuentro ante el Burgos.

Fitipaldo y Huskic presionan al bético Sipahi durante el último encuentro ante el Burgos. / M. González (ACB Photo)

Dos triunfos en nueve jornadas. Es la realidad en la clasificación del Coosur Real Betis, colista de la Liga Endesa sobrepasado el primer cuarto de la competición, aunque bien es cierto que por juego mereció algún triunfo más que por falta de calidad y motivación se dejó por el camino. No hay tiempo para lamentaciones y lo bueno es que los males parecen bastante localizados, aunque habrá que agitar el árbol para cambiar lo que ahora no funciona y convertir todas las pieza que hay, 13 (quizá demasiadas) en un equipo.

Un agujero es el juego interior. Niang, que llegó de Tenerife para tener más protagonismo y quitarse ese rol de cambiar los partidos desde el banquillo con su energía y juego por encima del aro, ya no hace ni eso, mientras que Izundu es una rémora en defensa tanto por las faltas que regala como por sus habituales despistes con los que concede a los rivales canastas muy fáciles bajo el tablero. El cambio por Tunde, además de más caro, evidentemente ha sido negativo en lo deportivo, pues esos males ya los tenía controlados el de Sierra Leona y de fuerza y energía iba sobrado.

A ellos se suma Whittington, un interior con alma de tirador que se encuentra más cómodo como ala-pívot. De hecho está jugando más como cuatro las últimas jornadas, pero es más por tener recambio para Obi que por otra cosa, ya que Malmanis sigue tan crudo como demostró en la LEB Oro y Nacho Martín, un fichaje de este verano que el curso pasado fue de los hombres importantes en el semifinalista Zaragoza, no cuenta para el técnico tras ser por segundo partido consecutivo el descarte.

Que hace falta un pívot con experiencia, que sepa cerrar el rebote y sea capaz de generarse sus canastas es más que evidente a estas alturas del curso y de la prisa que se dé el club en encontrarlo en el mercado dependerá buena parte de la temporada de este Betis. De hecho, ninguno sacó partida de que la lesión de Huskic obligase a Lima a estar más tiempo en pista y a otros compañeros a jugar en otras posiciones a las habituales.

La falta de un interior de referencia hace que el juego de los verdiblancos sea demasiado previsible y cuando los triples no entran, no hay plan B. En Burgos firmó el equipo sevillano su peor porcentaje de acierto desde más allá de la línea de los 6,75 metros, con un 27% (7/26). Sólo otra vez bajó el cuadro hispalense del 40% y fue en el otro partido de esta campaña en el que el Coosur fue una comparsa en la pista, en Valencia (12/32), por lo que cuando la mirilla no está bien fijada desde el perímetro el problema para sumar puntos es más que evidente.

Dos situaciones más a resolver son igualmente importantes. La escasa aportación ofensiva de los dos extracomunitarios es un lastre evidente. Rivers va de más a menos con una apatía preocupante en la pista por momentos y Conger es una jugador demasiado individualista: entre los dos sumaron cuatro puntos en Burgos. Otro error fue quizá darle las riendas del equipo en la ACB a Sipahi en su primera campaña fuera de su país. El turco tiene condiciones, pero mientras se pulen caen las derrotas por sus carencias para dirigir y a la hora de leer los partidos.

Pablo Almazán pugna con McFadden por el balón. Pablo Almazán pugna con McFadden por el balón.

Pablo Almazán pugna con McFadden por el balón. / M. González (ACB Photo)

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