Coosur Real Betis 88-89 Manresa

Tocado y ¿hundido? (88-89)

  • El Betis deja escapar de nuevo 11 puntos de renta frente al Manresa en el último cuarto y se hunde en la clasificación

  • Los 28 puntos de Toolson condenaron a un equipo sin un referente claro en ataque y que volvió a fallar en el rebote

Dani Pérez trata de alcanzar el balón entre Oliver, Whittington y Obi.

Dani Pérez trata de alcanzar el balón entre Oliver, Whittington y Obi. / F. Ruso (ACB Photo)

Palo grande en San Pablo. Se empieza a repetir tantas veces que desespera. Suena a cachondea. A una mala broma. Otro último cuarto terrible de un Coosur Real Betis que dejó escapar un partido en el que se jugaba la vida teniendo 11 puntos de renta en el acto definitivo para que ganase el Manresa por 88-89. Pongan las excusas que quieran: la inspiración de un Toolson excelso; los 33 puntos encajados en esos 10 minutos finales; el arbitraje, que fue nefasto; el rebote, que voló en los momentos claves, o las malas decisiones técnicas como mantener a Oliver en el banquillo cuando el partido se decidía. Lo que quieran, que el resultado no se va a mover y ya es la duodécima derrota en 15 jornadas. Si las alarmas no estaban encendidas ya que en la planta noble del club le den al botón ya porque urgen los movimientos para sacar al colista del pozo.

Lo tuvo en sus manos el equipo sevillano, que dominó desde el inicio el choque. Tuvo varias veces al contrario contra las cuerdas, pero nunca lo mandó a la lona. No remató a un rival que se arrojó a las manos de Toolson para sobrevivir y se puso por delante por segunda vez en el partido (poco antes del descanso fue la otra) a 40 segundos del final. Suficiente para ganar a un equipo sin plan y presa de los nervios. Sin un líder claro en el parqué. Porque el siguiente ataque se resolvió con un tiro lejano de Slaughter al aro. Tuvo vida extra al fallar el equipo de Pedro Martínez y poco más de cuatro segundo para sacarse algo de la chistera. Y dispuso de tiempo para diseñar algo con dos tiempos muertos consecutivos. Y al final de la chistera no salió nada. Dos pases al compañero para que Borg, quizá con falta previa a sobre Slaughter, lanzase al agua y el triunfo volara de San Pablo dejando hundido a un Betis que lleva ya más de mes y medio en el mercado y que es incapaz de encontrar algo que mejore las más que evidentes carencias de una planificación que fue errónea a todas luces.

Otra vez volaron 11 puntos en el último cuarto. ¿A qué juega este equipo? Slaughter, que al menos volvió al baloncesto por Navidad, colocó el 73-62 y todo pintaba bien. Niang mantenía el pulso por dentro, pero el rebote daba demasiadas segundas opciones y si Toolson perdonaba una vez golpeaba a la siguiente. Aun así, Slaughter mantuvo a un Betis que ganaba por 88-84 a 1.30 minutos de la conclusión del choque, pero enfrente estaba Toolson y un conjunto sin miedo a perder ante otro el que le entró el tembleque. Sin un referente en la pista, Oliver sentado cuando más y mejor había que mover el juego, las luces se apagaron y la derrota voló.

Tuvo bola para ganar el Betis, pero la pizarra no salió en vez de intentar forzar algo con una penetración

Y eso que después de dos malos inicios ante el Real Madrid y en Bilbao el Betis salió enchufado. No era para menos, porque, aun con todo lo que queda por delante, no es osado que buena parte de las opciones de permanencia pasaban por esta cita. Con un Niang muy activo dominando bajo los aros, en lo que Pedro Martínez ponía en acción a Kravish, y Borg acertado desde el triple, los locales impusieron su ritmo en el juego. La entrada de Izundu frenó a los verdiblancos. El nigeriano hizo dos faltas en un suspiro y se fue al banquillo sin sudar.

La defensa bética funcionaba, activa y corriendo, pese a que las ayudas llegaban a menudo tarde y Toolson no perdonaba. Los continuos cambios, sello de Curro Segura en este equipo aunque a algunos jugadores no les va muy bien, no rebajaban la intensidad, pero fue la segunda falta de Dani Pérez lo que le dio un plus al Coosur, ya que Cvetkovic, determinante al finbal, no movía a los suyos con la misma velocidad y sentido y sufría más cuando Sipahi le posteaba. Pronto dejó de hacerlo. Pero enfrente estaba un conjunto al que la presión y el miedo lo agarran fuerte y dos fallos le generan unos nervios terribles. Mucho lastre para estar viviendo en el alambre, pero Oliver con una canasta y una asistencia a Obi, que acabó con un triple desde la esquina, quitó los miedos y abrió la posibilidad de abrir una pequeña brecha.

Niang dominó bajo los aros, pero cuando se sienta en el banquillo Izundu no da y Whittington es ya un ala-pívot

A la primera canasta de Slaughter, al cuarto intento, le siguió otra para poner el 27-15 en el marcador, pero Toolson apareció para frenar la sangría y los árbitros, como siempre, pusieron lo que estaba en su mano para meter al Manresa en el partido con una antideportiva de Pablo Almazán, que volvía a jugar con todo el alma en la pista, sobre Báez que no pareció en directo, todavía menos en la revisión y que Calatrava y compañía sí que vieron. Acto seguido, personal en ataque de Whittington. Ni por compensar los errores estaban... El Betis se fue del partido haciendo malos ataques y Curro Segura paró el partido y sus pupilos se activaron de nuevo,con un Pablo Almazán que asumió como hacía tiempo responsabilidades ofensivas (38-31). Pero la lucha por el rebote se empezaba a perder y Mitrovic hacía daño por dentro mientras que Slaughter ponía el modo fallón y Obi se cascaba un triple con casi 20 segundos de posesión sin sentido. Atacar rápido y mal es síntoma de nervios. Y lo aprovechó Cvetkovic para poner por delate a su equipo por primera vez en el encuentro, aunque Slaughter con un melón o un canastón desde el medio del campo mantuvo por delante al cuadro heliopolitano al descanso (42-41).

El Betis salió mejor de los vestuarios y con Oliver al mando despegó. Dos triples del base y otra acción de tres tiros libres de Slaughter elevaron la renta hasta el 59-50. Los sevillanos estaban intensos en defensa y corriendo a por todas. No había más claves. El partido estaba en las manos del conjunto de Curro Segura, pero es tan frágil la moral del equipo y tiene tanto miedo y poco respeto del ente arbitral que se deshace como un azucarillo. Y así fueron picando los de Pedro Martínez, sujetos ala excelencia de Toolson para sobrevivir, a la pelea en el rebote y a los errores de un rival más pendiente por momentos de los árbitros que de jugar. Todo se decidió en la última jugada. Una acción en la que a nadie le dio por intentar penetrar y sacar petróleo. Con Oliver en el banquillo. Dos tiempos muertos para que al final Borg se jugase un tiro imposible que deja al colista tocado y ¿hundido?

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