Tres semanas después del último partido oficial, el Coosur Betis echa de nuevo a andar y lo hace afrontando un tramo decisivo de la temporada en busca de la ansiada salvación con una trilogía clave cuya primera parada afronta en San Pablo ante un Casademont Zaragoza que hasta hace dos meses era un rival directo y que a golpe de talonario ha dejado de mirar abajo para poner el punto de mira en los play off.

Las siguientes citas en Miribilla ante el Bilbao Básket y después de nuevo en casa frente al Andorra completarán un triplete de choques en los que el conjunto verdiblanco necesita, como poco, sacar dos triunfos para mirar a la permanencia con más optimismo que una lejana ilusión, pero primero toca afrontar el envite ante un equipo venido a más que desde que venciera en la prórroga al plantel sevillano salió ganador en cuatro de sus últimos cinco encuentros de la Liga Endesa para quedarse a un triunfo del octavo puesto. Por ello luchará el cuadro maño, con Wiley, su última incorporación, ya operativo, pero el Betis se juega mucho y deberá mostrar más deseo y ganas que su rival sobre la cancha.

El equipo que dirige Joan Plaza llega tras caer en Valencia, compitiéndole cara a cara al conjunto más en forma de la liga y con todos sus jugadores sanos, a excepción de Niang. El pívot recayó esta semana de su lesión y probablemente se quedará fuera de una convocatoria en la que, sin Spires todavía, Magassa seguirá contado para completar una relación en la que se estrenará, en partido oficial, Boris Tisma. Sin embargo, poco se espera de él como cuatro, según dijo el propio técnico verdiblanco, por lo que, una vez más, el trabajo de Kay bajo los aros será determinante para un Betis que necesita cerrar el rebote para no conceder segundas opciones a su rival, el quinto máximo anotador de la ACB con más de 86,5 puntos de media por choque. El duelo en la pintura por los rechaces será determinante entre los locales, el tercer equipo de la Liga Endesa en capturas ofensivas, ante un conjunto, el de Sergio Hernández, que es el segundo en el mismo apartado defensivo.

Por eso la defensa bética debe hacerse fuerte, especialmente ante un Ennis por cuyas manos pasan la mayoría de acciones ofensivas de un Zaragoza que es el segundo mejor en porcentajes de tiros de dos puntos. La réplica a Ennis debe darla en el bando local un Feldeine que en el parón se habló del interés del Panathinaikos por hacerse con él, aunque el club sevillano lo tuvo claro siempre: no había cláusula de salida y no negociaba por un jugador que cuando se siente a gusto es la referencia atacante que se esperaba de inicio. La diferencia recae en que entienda que hace más daño cuando da pasos hacia adelante y encara el aro que cuando los da hacia atrás y se juega triples lejanísimos que restan más que suman.

Además, el parón ha permitido al cuadro aragonés recuperar al base Rodrigo San Miguel, de baja desde el pasado 22 de noviembre cuando sufrió la rotura de un ligamento del pulgar izquierdo que se produjo en el partido contra el Barcelona y de la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Jugará y recuperará el peso específico, tras la salida de TJ Bray, de manera que será Sulaimon quien lo ayude en las tareas de dirección, por lo que Campbell y Randle deberán imponer un alto ritmo para que el primero acuse su falta de ritmo de competición y el segundo el jugar fuera de su posición.

Wiley, último fichaje, y San Miguel, recuperado, novedades en un Zaragoza que mira arriba

Pero donde se hace fuerte el Zaragoza es en la posición de tres y cuatro, con una batería imponente con Brussino, Barreiro, Benzing y Harris, cuya incidencia en sólo cinco encuentros que lleva es palpable con más de 12 puntos de media. Eso sí, sólo un 1/1 en triples en cinco partidos, por lo que Kay deberá estar más atento en la pintura que a marcarlo en el perímetro. Almazán no podrá doblar tanto como ala-pívot, ya que Borg es físicamente inferior a todos los aleros del equipo aragonés, si bien no sería extraño ver a Tisma de tres sorprendiendo y al granadino actuando de nuevo junto a Kay como cuatro.

Por dentro, el músculo lo ponen Wiley, incorporación de última hora que cubre la salida de Jason Thompson, que abandonó el club el pasado 9 de febrero, y Justiz, además de un Hlinason venido a más esta campaña hasta convertirse en un pívot dominador. Ahí tiene el Betis a un Ndoye que necesita que lo surtan de balones y un Jordan que debe dar un paso adelante, ya que sigue siendo un jugador demasiado irregular sin imponerse sus centímetros bajo los aros, ni en defensa ni en ataque.

Dominar el ritmo del encuentro desde la dirección, mantener un acierto regular en ataque y mandar en la lucha bajo los tableros serán algunas de las claves de un partido en el que el Betis se juega buena parte de sus opciones, aun quedando mucho por delante todavía, pero con el Bilbao a un triunfo, el Gipuzkoa y el Estudiantes igualados y por delante el Fuenlabrada a una victoria, esta trilogía de partidos ante Zaragoza, Bilbao y Andorra, dos de ellos en San Pablo, será crucial para acercarse a una permanencia cada vez más cara.