Real Madrid-Coosur Betis | La crónica

Sin ambición ni opciones para el Betis ante el Real Madrid (95-77)

  • El equipo sevillano puso en pocos apuros al líder Real Madrid, que rompió el partido en el tercer cuarto a golpe de triples

  • La defensa de otras días brilló por su ausencia ante un rival sin Llull, Rudy, Alocén, ni Felipe Reyes

Causeur pugna por el balón con Jerome Jordan y Kay.

Causeur pugna por el balón con Jerome Jordan y Kay. / Fernando Alvarado (Efe)

Un tirón a golpe de triples, precisamente ante la zona bética, le bastó al Real Madrid, líder de la ACB con sólo una derrota en la mochila, para acabar con la resistencia de un Coosur Betis que perdió por 95-77 sin creer nunca de verdad que podía meterle mano al conjunto de Pablo Laso, al que le bastaron los centímetros de Tavares en la pintura y la inspiración en un minuto y medio de Laprovittola para romper la defensa verdiblanca a golpe de triples.

Y es que mediado el tercer cuarto todavía aguantaba el pulso el cuadro bético. Aun sin Feldeine, desaparecido de nuevo en ataque; aun sin Ouattara, que lleva la irregularidad por bandera; con Tisma de cuatro suplente y sin un base que sea capaz de mover al equipo decentemente. Le faltan tantas cosas a este conjunto que el 50-45 parecía sorprendente. A ese momento llegaron los pupilos de Joan Plaza esforzándose en defensa ante la falta de ideas en ataque, igualando la capacidad física por dentro con ayudas para tratar que el balón no le llegara franco a Tavares y disputando cada rebote con todo lo que tenían.

Pero este Real Madrid, que compareció sin los lesionados Randolph, Llull ni Rudy Fernández, bajas a las que se unieron Felipe Reyes y Alocén, es mucho Real Madrid para un equipo tan frágil como el Betis. Sólo con Laprovittola como base puro, con Abalde echando una mano, a los blancos le bastó poco más de un minuto para hacerle entender a su rival que necesita mucho más que ganas e ilusión para ganar el en el Wizink Center, pese a que la ocasión era pintiparada. Al menos para competir más.

Mediado el tercer cuarto el Betis se mantenía en el partido con el 50-45, pero el Madrid aceleró

Con sólo cinco puntos de renta, Jordan falló un lanzamiento que hubiera recortado aún más la desventaja y Deck respondió con un triple que entró tras rebotar un par de ves en el aro. A ningún verdiblanco le dio, siquiera, por intentar barrer el balón. Faltó ambición. Con Ndoye, único faro en ataque en la capital de España, fallón desde el tiro libre, tres triples seguidos de Laprovittola (el último con adicional incluido) dispararon a los locales hasta el 65-51, y el Betis bajó los brazos. Sólo Ndoye buscaba el aro contrario, pero el senegalés aún no ha entendido que en la Liga Endesa los colores de las camisetas pesan mucho y por más mamporros que recibía el silbato no sonaba siempre. En una de esas acciones su queja acabó en técnica para el pívot y el cuarto, acabó con un 70-51 que dio carpetazo al partido antes de tiempo.

Hasta ese momento se vio un Betis algo temeroso, poco convencido de que podía dar la campanada y al que parecía bastarle con mantenerse cerca en el marcador. Faltó intensidad atrás de inicio, permitiendo al Real Madrid encontrar al tirador liberado. Entre los triples y los centímetros de Tavares, los de Laso aguantaban por delante ante un conjunto que trataba de limitar las pérdidas y al que le costaba encontrar situaciones cómodas para lanzar con tanto bote a siete u ocho metros de la canasta y encima estaba fallón desde el perímetro (1/5).

Ndoye se tira a por el balón en una acción en el Wizink Center. Ndoye se tira a por el balón en una acción en el Wizink Center.

Ndoye se tira a por el balón en una acción en el Wizink Center. / P. Castillo (ACB Photo)

Aun así, el 18-14 al término de los primeros 10 minutos no estaba mal y Mike Torres, muy vertical y activo atrás, puso a los suyos a tiro de canasta (18-16). Pero Carroll, un viejo rockero con pilas alcalina, volvió a poner distancia desde el triple. Tisma, que volvía a casa, contestó a la segunda, tras fallar antes completamente solo desde la línea de los 6,75 metros y en el intercambio de golpes, con Thompkins haciendo daño, ya fuese anotando o distribuyendo desde el arco exterior, el Real Madrid se fue al descanso con un cómodo 46-38 jugando a medio gas.

Salió de los vestuarios más decidido a hincarle el diente el Betis y un parcial de 0-5, tras un tiro libre de Tavares, ajustó el marcador (47-43). Falló Feldeine, errático todo el encuentro, una situación de esas de las que Plaza se queja de que su equipo no sepa leer las situaciones para ajustar el marcador, en unos casos, o abrir brecha, en otros. Un 2+1 de Deck y la canasta de Jordan dejaron ese 50-45 a partir del cual el Real Madrid aceleró desde el triple para romper el encuentro definitivamente y darle minutos de descanso a Tavares, al que necesita en la Euroliga para atar su clasificación para los play off.

Causeur agarra el brazo de Pablo Almazán para zafarse de su defensa. Causeur agarra el brazo de Pablo Almazán para zafarse de su defensa.

Causeur agarra el brazo de Pablo Almazán para zafarse de su defensa. / P. Castillo (ACB Photo)

Con la diferencia asentada ya en la veintena de puntos, el último acto sirvió para que Randle demostrara su manejo de balón y que hace daño entrando a canasta. Lástima que el día de Bilbao quisiese vestirse de héroe con un triple, que se llevó el gorrazo de Hakanson, en vez de sacar algo penetrando. Para que Feldeine y Ouattara hiciesen propósito de enmienda en el banquillo y para que Ndoye siga demostrando que está para un conjunto con más aspiraciones que pelear por la permanencia.

El primer escalón de un calendario que se empina ya es cosa del pasado y, como era de esperar, la moneda salió cruz. El agua sigue al cuello y no parece que el club vaya a hacer un esfuerzo económico más por salvar la categoría. Es lo que hay, así que a por el siguiente escalón, la Penya, a ver si la moneda sale cara alguna vez.

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