Aplauso sincero puesto de pie para el colista de la Liga Endesa. El Coosur Real Betis ha conseguido un triunfo de muchos quilates frente al potente Valencia Básket merced a un baloncesto de nivel. Fue un compendio de meter a muchos hombres en la pelea; de tener calidad en los triples de Bertans; de luchar por todos los rebotes y por todos los centímetros de la zona; de saber manejarse sin la luz del faro que habitualmente los alumbra, ante la ausencia de puntos de Evans hasta el tramo final; de coraje para no hundirse cuando los visitantes se pusieron por delante tras remontar en el tercer cuarto; de tener la ayuda de BJ Johnson con un buen espíritu colectivo… De muchas y muchas cosas, en definitiva, y todas ellas positivas.

Segunda victoria consecutiva para los hombres de Luis Casimiro para agarrarse a la vida en esta Liga Endesa y, sobre todo, la sensación de que el equipo ha vuelto a recuperar el espíritu guerrero que ha venido exhibiendo en la mayoría de las citas en las que el técnico manchego era el encargado de dirigirlo desde el banquillo. Nada que ver con lo que fue antes, con lo vivido en el primer tramo hasta la huida de Joan Plaza, este Coosur Betis sí quiere pelear hasta el final, hasta dejarse la última gota de sudor en la cancha.

Fruto de ello ha sido este triunfo frente a un Valencia Básket que se maneja con estrellas del nivel de Bojan Dubljevic, Mike Tobey, Víctor Claver, Hermansson y el resto de los integrantes nacionales de una plantilla que por algo llegaba a esta cita como tercer clasificado de la Liga Endesa. Pero esta vez el cuadro verdiblanco supo mantener la concentración incluso cuando hubo unos minutos en los que tres acciones consecutivas de Cvetkovic (pérdida, personal en ataque y falta después de canasta que supuso jugada de cuatro puntos para los valencianos) amenazaron con tirar todo por la borda.

Pero el deporte tiene paradojas indescifrables. El serbio estaba en la cancha para darle unos minutos de tranquilidad a Evans a la vista de que éste se precipitaba por querer anotar y no conseguirlo incluso en bandejas fáciles. Y después de esos tres lunares, Cvetkovic enganchó un triple bastante alejados y un montón de jugadas con una magnífica dirección para que los suyos volvieran a reengancharse al juego después de un tercer cuarto que parecía tirarlo todo por tierra con el parcial de 14-23 que se había contabilizado.

El 45-52 que llegó a contabilizarse entonces era tremendamente injusto después del excelente baloncesto que había protagonizado el cuadro de Casimiro desde que BJ Johnson empezara confirmando en las primeras acciones del litigio que ha llegado para ayudar, y mucho. El alero robaba por anticipación, anotaba con buena lectura del juego y también ayudaba mucho tanto en defensa como en los rebotes en el aro propio. Esto hacía que pronto se produjera un 11-2 y el primer tiempo muerto de Peñarroya para despertar a los suyos.

Pero no, los intentos del Valencia Básket, que jamás se dio por vencido y que no jugó nunca con desidia, se topaban con el buen hacer de un Coosur Betis que iba echando mano de diferentes piezas para mantenerse por delante. Ni siquiera lo descompuso el hecho de que al final del primer acto se llegara ya con un apretado 17-16, había que seguir sin precipitarse y defendiendo a muerte.

Estadísticas

Tanto que en el segundo cuarto los valencianos, un equipo con un muy buen juego en ataque, se quedaban únicamente en 13 puntos, mientras Bertans hacía una verdadera exhibición desde el triple para irse al vestuario con 4/4 y también con tres tiros libres más tras provocar una falta de tiro de Claver. El letón se iba hasta los 15 puntos en el minuto 18 con una carta de lanzamientos inmaculada, sin fallos.

36-29 y restaba un mundo por delante, muchas paladas por remar. Hasta el punto de que después de repetir la máxima diferencia de 11 puntos (40-29) comenzaron los errores ofensivos después de enormes defensas. Dubljevic metió un triple en el 40-32 y todo viró de repente. Falta en ataque de Pasecniks, la cuesta se empinaba y el Valencia Básket comenzó a sentirse muy fuerte hasta llegar al 45-52 a pesar de que BJ Johnson había sido capaz de cortar la sangría antes con un triple magnífico (45-47).

Ahí, sin embargo, comenzó la reacción bética de la mano de la energía que contagió Wiley a todos los suyos. Al último periodo se llegaba con 50-52, Evans en el banco y Cvetkovic arrancando con un triplazo para devolver la ventaja a los anfitriones. Ya no la perderían hasta el final.

La primera canasta de Evans llegaría en el minuto 33 (58-54) y el base se sintió arropado por el apoyo de su banquillo y de todos sus compañeros. Se fue creciendo y ya dominó el resto del juego con una energía brutal, robándole incluso por anticipación a los pívots cuando cambiaban la asignación defensiva. El Coosur Betis se fue sintiendo cada vez más fuerte y seguro hasta confirmar un triunfo de muchísimos quilates. Jugando así y con tantos jugadores aportando baloncesto de este nivel, es increíble que sea el colista de la categoría.