Coosur Real Betis-Real Madrid | La crónica

La guerra es otra, pero hace falta más madera (65-84)

  • El equipo de Curro Segura cede en la segunda mitad ante el Real Madrid, que rompió el partido desde el acierto exterior

  • Dos técnicas sacaron del choque a los verdiblancos en el tercer acto, entregándose en el último

Pablo Almazán pugna con Abalde por un rebote.

Pablo Almazán pugna con Abalde por un rebote. / D. Ligero (ACB Photo)

Se cumplió el guión esperado en San Pablo y el Coosur Betis sucumbió ante el Real Madrid, que sigue con su racha inmaculada en la Liga Endesa, por 65-84, en un partido en el que los verdiblancos aguantaron hasta mediado el tercer cuarto. Ahí, ya sea porque la plantilla no da para más, las técnicas que los árbitros se sacaron de la manga o la desconexión general del equipo y el banquillo, el cuadro sevillano se diluyó, bajó los brazos y se entregó, pasando del 43-44 al 49-57 al final del tercer acto, encajando después un parcial de 4-20 para firmar su sexta derrota en siete partidos. Ésta, sin embargo, no era su guerra. Sí lo es el duelo del próximo sábado ante el Gipuzkoa, una final para los heliopolitanos.

Pero hubo partido hasta mediado ese tercer cuarto. Los de Curro Segura se aferraban a Feldeine y Ndoye, poderoso en la pintura, aunque debería jugar con una bombona de oxígeno a la espalda. Cuando ambos nos están en la pista el Betis no halla referentes. El problema se multiplica sin Campbell, que tampoco es que esté dirigiendo a los suyos con mucha cabeza, ya que Mike Torres no encuentra su sitio en una ACB que le queda grande. Es curioso que los dos bases con los que se ascendió de LEB Oro no valiesen hace dos veranos y ahora se apueste por otro sin experiencia en la Liga Endesa: 0/5 en tiros de campo, alguna sin oler el aro, cero asistencias y -3 de valoración en 14 minutos. No aprovecha la baja de Harrow para reivindicarse, aunque queda claro que al equipo le falta una pieza más en la dirección.

Feldeine entra a canasta ante Tavares. Feldeine entra a canasta ante Tavares.

Feldeine entra a canasta ante Tavares. / D. Ligero (ACB Photo)

Y un ala-pívot. Kay debería aportar más, pero apenas lo buscan cerca del aro, donde sabe revolverse bien; Obi da una de cal y varias de arena; y Spires está para que haya cinco en pista y cumplir con el cupo de jugadores de formación. La plantilla parece peor que la de la pasada campaña, aunque es cierto que a Ouattara y Harrow se los ha visto poco, pero aun así parecía que el Betis, tirando de físico, le competía a todo un Real Madrid hasta ese tercer cuarto. Con el marcador ajustado, los colegiados, que saben bien quién es el grande y quién el pequeño, pitaron una técnica por flopping a Mike Torres y tras las protestas de Curro Segura cayó otra. En un momento, del 43-44 se pasó del 43-52 y se acabó el choque.

Un parcial de 4-20 en el último cuarto acabó con el duelo y Segura dio descanso a jugadores

No le hacen faltas ayudas al todopoderoso Real Madrid para noquear al Betis, pero nunca faltan. Sin ser excusa, el rasero no es el mismo. Que se lo digan a Moncho Fernández. Y el cuadro sevillano no perdió por ello, ya que compitió con todo y llegó hasta el tercer cuarto. Hasta ahí le dio con lo que tiene. Se fue del partido y seguramente empezó pronto a pensar en el vital duelo ante el Gipuzkoa y Feldeine, con la pólvora mojada ya, sólo jugó cinco minutos, Ndoye, dos; y Pablo Almazán 43 segundos, tocado en un tobillo tras un gran partido. Un titán. Si tuviera el respeto arbitral de otros iría el triple de veces a la línea de personal. En esos últimos 10 minutos el Betis se entregó y los de Laso encontraron liberados a sus tiradores, que firmaron un 8/12 en triples cuando en los tres primeros cuartos habían hecho 5/23. De ahí lo abultado de un marcador que evidencia, sin embargo, que el conjunto sevillano tiene carencias y que si no hay cambios de caras lo va a pasar muy mal.

Después del bochorno de Manresa, había que salir, al menos, con actitud, orgullo, y, aun sin el acierto necesario ante todo un Real Madrid, el cuadro sevillano mantuvo el tipo de inicio con un activo Feldeine, que aprovechaba su físico ante Carroll para sacar ventajas, aunque en el otro lado el norteamericano martilleababa como cada temporada el aro local desde el triple.

Ndoye, ante Carroll. Ndoye, ante Carroll.

Ndoye, ante Carroll. / D. Ligero (ACB Photo)

Con Garuba peleándolo todo y Tavares haciendo daño en el rebote ofensivo, le daba a los de Pablo Laso para mantenerse por delante ante un voluntarioso rival que no encontraba a Kay cerca de la canasta, por lo que Feldeine era el hombre al que agarrarse. Las rotaciones en los visitantes no paraban. Fondo de armario de sobra. No tanto como el de los verdiblancos, aunque a Curro Segura, con las bajas de Ouattara y Harrow, no le quedaba otra que tirar de los Obi, Mike Torres y Niang para darle descanso a sus jugadores. El pívot sigue muy blando en la zona. Recogió dos balones bajo el aro en los que sólo tenía que elevar sus más de 2,10 metros del suelo, pero parece temeroso a hacerlo y acabó doblando la bola en ambas ocasiones como si fuera un base. Ver para creer.

Cuatro triples llevaba el Betis al final del tercer cuarto (4/19), anotando 2/3 en el último acto

Un triple de Taylor, el primero desde los dos iniciales de Carroll, cerró el primer cuarto (17-19) y el Betis salió en el segundo con una mejor predisposición defensiva, cerrando el rebote y yéndose al suelo por cada posesión como si fuera la última.

Pero los de Segura iban al límite ante un Real Madrid fallón desde el triple, que daba vida a los locales. Limitando las pérdidas (ninguna en el segundo acto) y cerrando mejor el rebote, aguantó el pulso en el segundo cuarto y al comienzo del tercero, hasta que ese parcial de 0-8 desde el 43-44 le dejó claro que este encuentro no era su guerra. Toca pensar en el Gipuzkoa, una guerra que sí es la suya.

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