Barcelona 77-59 Coosur Real Betis

Sin un líder en la pista, le faltó creérselo

  • El Betis no aprovechó el mal día del Barcelona, sin Mirotic, y no aprovechó el buen trabajo en defensa que realizó durante tres cuartos

Pablo Almazán defiendo a Hanga, ante la mirada de su compañero Sipahi.

Pablo Almazán defiendo a Hanga, ante la mirada de su compañero Sipahi. / Toni Albir (EFE)

Para ganar en el Palau el Barcelona debe tener un mal día y el otro, en este caso el Coosur Real Betis, hacerlo todo bien. La primera parte de la ecuación se dio, pero el conjunto verdiblanco no estuvo tan lúcido en ataque como intenso en defensa y terminó cayendo por 77-59 (la anotación más baja del Barça esta campaña en la ACB), un marcador algo engañoso ya que los de Svetislav Pesic, con las ausencias de Mirotic, Higgins y Delaney, no alcanzaron los 10 puntos de renta hasta que faltaban poco más de tres minutos para la conclusión del choque.

Evidenció el conjunto de Curro Segura lo que todo el mundo sabe. Le faltan puntos. Y en lo que se encuentra a ese tirador que lleva más de tres meses sin hallarse en el mercado, aun teniendo una ficha de extracomunitario libre, vuelan oportunidades como la de asaltar una cancha en la que a priori se cuenta con perder.

Contra los azulgrana, 59 puntos anotados. Hace una semana frente al Unicaja fueron 66. Así es imposible ganar un partido en la ACB y todo lo bueno del trabajo atrás, frenando al máximo anotador de la Liga Endesa, se tiraba por tierra por la falta de soluciones en la otra canasta. Y todo pese a la buena predisposición de un Slaughter acelerado por momentos, eso sí; el paso adelante de Conger, que debería entrenar más los tiros libres; y la agradable aparición de Nacho Martín, que con minutos volvió a demostrar que es más que válido y que dejarlo salir sería un grave error.

Mantuvo a raya el Betis al Barça, que sin el MVP de la competición, Mirotic, se agarró al acierto exterior de Kuric en el partido en el que Heurtel reaparecía y se estrenaba en la liga tras su lesión. Al final del tercer cuarto los azulgrana apenas sumaban 47 putos, 17 de ellos de Kuric, mientras que el cuadro sevillano, con el gancho, se mantenía en el encuentro con 42.

Pero la táctica del conejo, la de estar cerca pero sin asomar del todo para dar el zarpazo al final, la que Manel Comas tanto recordaba no salió. Para eso hace falta llegar con opciones al final y para ello es necesario contar con un líder en la cancha. Algo de cuya falta adolece este Betis toda la temporada.

El Betis suma 62,5 puntos demedia anotados en los dos últimos partidos; hace falta un jugador en ataque

Y es que falta regularidad en los jugadores el equipo sevillano. Sipahi arrancó bien el choque mandando y asistiendo y desde mitad del primer cuarto desapareció. Slaughter no ha aprendido a medir los momentos para tener licencia para lanzar; Conger no es fiable desde el triple y los pívots no marcan diferencias en la pintura: cuatro puntos sumaron Whittington y Niang. ¿A quién buscar para tirar del carro ante un Barcelona timorato? Tantas opciones de meterle el miedo en el cuerpo desaprovechó el Betis que al final la victoria cayó por su propio peso. Con un par de triples de Abrines, la concatenación de errores en ataque de los de Curro Segura, las pérdidas a poco que el rival subiera la línea de presión el Barça vivió un final de partido tan cómodo que jamás lo hubiera imaginado unos minutos antes.

Y es que cuando Slaughter colocó en el marcador el 54-52 en el minuto 33 en el Palau se escuchaba revolotear las moscas. Pero tampoco en ese momento se lo creyó el Betis. Los triples, al contrario que en la primera vuelta, no caían del cielo (8/28 frente a aquellos 18/35) y enfrente los de Pesic siempre jugaban con el pase extra (24 asistencias) para encontrar al jugador mejor posicionado. Sin Kuric en pista, en el acto decisivo apareció Oriola para hacer daño por dentro y Heurtel volvió a sentirse jugador después de muchos meses de inactividad.

Pau Ribas defiende al bético Borg. Pau Ribas defiende al bético Borg.

Pau Ribas defiende al bético Borg. / Toni Albir (EFE)

Mención especial merece Nacho Martín, que debe tener más continuidad en el juego. Hasta los últimos minutos siguió el Betis vivo. Pero los detalles, la calidad y el peso de la historia deciden. Con 58-52 Conger falló un triple que jamás debió lanzar, repitió error Heurtel y después Borg erró también, aunque quizá los colegiados hubiesen pitado falta de producirse la acción en el otro lado. Y sin anotar el Barça aprovechó la oportunidad para finiquitar el duelo. Se echó de menos un mayor concurso de Oliver.

A poco más de tres minutos para la conclusión logró pro primera vez superar la decena de puntos de renta, cerrando su zona con un Claver intenso en tareas defensivas y acertado en ataque. Un triple de Nacho Martín le dio una oportunidad al Betis, pero después a Slaughter, con 68-59, le hizo la corbata otro triple que le hubiera metido a más de uno el miedo en el cuerpo y Heurtel, tras rebote ofensivo (12 de los locales), selló el triunfo local con una canasta desde más allá de la línea de los 6,75 metros. Tuvo sus opciones el Betis en el Palau desde la defensa, pero las dejó escapar por el mal que lo persigue desde hace ya demasiado tiempo: faltan puntos y un líder en la pista. Fichar es la clave para no pasar apuros.

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