Gran Canaria-Coosur Betis | La crónica

La mala costumbre de no competir (94-70)

  • El Betis recibe una nueva paliza ante el Gran Canaria, lastrado por un 18-0 de parcial en apenas cinco minutos en el segundo cuarto

  • El equipo no demostró el carácter que esperaba Plaza y ya es colista de la Liga Endesa

Brown y Carrington s elamentan ante la euforia de los jugadores del Gran Canaria.

Brown y Carrington s elamentan ante la euforia de los jugadores del Gran Canaria. / M. Henríquez (ACB Photo)

Otro cuarto para olvidar con un parcial bochornoso en contra, otra dura derrota que encajar para el equipo y, sobre todo, la afición, hastiada ya de ver paliza tras paliza a los suyos. Otra muesca más en la culata de los que no quieren baloncesto en un club futbolero, a pesar de que significaría la despedida de Sevilla al baloncesto de élite, y un arma más arrojadiza para que otros se rían de la entidad y del deporte de la canasta. Y no pasa nada... El Gran Canaria barrió de la pista por 94-70 al Coosur Betis, acostumbrado a no competir, a aguantar un cuarto y dejarse ir al ritmo de sus pérdidas, sus errores en el triple y a su desidia sobre la pista. Porque a los que están en el parqué parece que les da igual ocho que 80, perder de 42 puntos ante el Manresa en San Pablo, que de 32 en Lugo o ahora de 24 puntos en Las Palmas.

No hay que ser un lince para ver que algo falla. Que esto no va bien y que no se va a arreglar mágicamente. Ni creer que los que ahora son incapaces de demostrar sangre en las venas por las pistas de España le van a dar la vuelta a esto como si de un jersey se tratara. Que Evans no va es una certeza. Tener un base que ocupa ficha de extracomunitario que ni suma puntos ni hace jugar al equipo es una rémora tremenda. Bota que bota, siempre lejos de la canasta, pero ni genera ventajas en el uno contra uno, ni asiste ni defiende. No es el único, porque Agbelese ni pelea por el rebote, que es lo único que se le pide y Kramer es capaz de quitárselo de las manos, Carrington no anota, Bertans no es ni la sombra del tirador que debía ser y Vitto Brown ha desaparecido cuando debía dar un paso adelante. Coloquialmente se diría que con las derrotas se está quitando del cartel. Vaya ejemplo.

Evans, justo después de recibir la falta de Ilimane Diop. Evans, justo después de recibir la falta de Ilimane Diop.

Evans, justo después de recibir la falta de Ilimane Diop. / M. Henríquez (ACB Photo)

Con un balance de 1-5 y colista ya de la Liga Endesa toca también mirar al banquillo. Joan Plaza ha tenido su cuota de peso en la confección de una plantilla que de momento no funciona y no está siendo capaz de meterla en vereda. Porque si a Lugo debían ir "enrabietados" en la previa de este partido hablaba de que era el momento de "hablar menos y demostrar más". Ni habló ni demostró nada un equipo que es el que más puntos encaja de la liga, con una media de 93,5 en seis partidos, y el que menos anota: 71,3. Y eso que tras cuatro encuentros sin hacerlo esta vez al menos llegó a los 70 puntos. Pedía "carácter" el técnico en el Gran Canaria Arena y los suyos se volvieron a arrugar, temerosos ante un rival que lo sacó de la pista sólo con ganas e intensidad, lo que hace que los árbitros marquen un listón para las faltas más alto y mientras los verdiblancos se quedan mirando a los colegiado rogándoles una falta los de Porfi Fisac salían lanzados a por la canasta contraria.

Cuesta más cortar ahora a dos o tres jugadores y fichar a otros que pagar el sobrecoste tributario de quedarte con los que el año anterior funcionaron

Las excusas son siempre las mismas y ya se tiene que acabar. En el deporte profesional pasa que cuando vienen mal dadas para que no lo señalen a uno, uno señala antes. Llegará el momento, pero si no hay cambios la cosa pinta mal otra vez para un Coosur Betis que ha tenido que recibir otro sopapo de realidad para darse cuenta de que cuesta más cortar a dos o tres jugadores y fichar a otros dos o tres que pagar en su momento el sobrecoste tributario de quedarte con los que el año anterior funcionaron. Lo hacen todos los clubes. ¿Por qué no el Betis?

En Las Palmas se repitió el guión de los últimos encuentros. Una buena puesta en escena en el primer cuarto que invita a creer en que algo ha cambiado y después la nada. Ni acierto en ataque ni carácter en defensa. Salió Plaza de salida con Pozas, Almazán, Todorovic y Burjanadze, que volvía al Gran Canaria Arena. Gente que conoce la liga y a los que parece que sí les duelen las derrotas: 2-9 de inicio con una buena defensa y movimiento de la pelota en ataque. Asistencias del base, el pívot y el georgiano. Pero con las rotaciones se acabó el Betis, que acabó el cuarto con esas tres mismas asistencias del inicio. No supo aprovechar el equipo sevillano que Pustovyi se cargara pronto de faltas (dos ya en el minuto 4). Pero en cuanto el equipo de Porfi Fisac, que protestó airadamente la actuación arbitral al inicio, carburó y entraron en acción Brussino y Slaughter, el Gran Canaria fue creciendo al ritmo del acierto en triples y el Betis empequeñeciéndose sin encontrar soluciones. Un triple del argentino puso el 19-16 y los insulares ya no se verían más por detrás en el marcador.

Carrington pelea con Ennis por el balón. Carrington pelea con Ennis por el balón.

Carrington pelea con Ennis por el balón. / M. Henríquez (ACB Photo)

Y todavía se metió en el partido y del 28-21 del final del primer cuarto el acierto exterior de Pozas y Bertans pareció despertar al equipo: 28-27 y tiros libres para Agbelese, que no es precisamente lo suyo. El interior falló los dos cuando aún quedaban 5.52 minutos hasta el descanso y los locales aún no habían anotado. Salvó abrió después la cuenta amarilla con dos tiros libres y ahí inició un demoledor parcial de 18-0 que cortó Brown a 40 segundos de tomar el camino de los vestuarios. Se acabó el partido en apenas cinco minutos: 48-29 al descanso y a pensar ya en la próxima jornada. Otra vez. 

La segunda parte estaba decidida. Poco que contar más en este nuevo ridículo verdiblanco, incapaz de nuevo siquiera de maquillar el marcador. Un quiero y no puedo que permitió al Gran Canaria hacer un entrenamiento de 20 minutos ante un rival que, salvo contadas excepciones, sacó la bandera blanca mirando el reloj deseando que acabara un encuentro que se convirtió en otra pesadilla. Brussino no permitió que la diferencia se redujera, Shurna hacía de todo en los dos lados de la pista y Stevic imprimía carácter a su equipo para que no se relajara aun ganando de 20 de puntos. Cinco jugadores canarios superaron los 10 puntos, sólo uno se quedó sin anotar y rebotear, demostrando el dominio en las capturas del Gran Canaria. Enfrente, todo igual: 18 pérdidas, de nuevo un bajo porcentaje de acierto en el triple en los momentos clave (mejoró en el último cuarto con todo decidido) y una actitud que deja mucho que desear para encajar otra paliza. La quinta consecutiva. Sin carácter ni acierto, algo hay que cambiar. Hacerlo antes de que sea tarde será la clave.

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