En el baloncesto la moneda de cambio que manda es el dólar. Los jugadores americanos y cualquiera que esté fuera de la zona euro habla de la moneda estadounidense cuando toca tratar el tema de su contrato y durante años fue beneficioso para los equipos de la ACB, sobre todo cuando el euro estaba por encima del dólar. Sin embargo, la paridad entre una y otro supondrá un nuevo quebradero de cabeza para los clubes en los que la economía se mira al dedillo y todo será un poco más caro.

En ese grupo está el Betis Baloncesto, que tendrá que abordar un nuevo problema dentro de la apretura económica en la que vive instalado. Fichar es caro y ahora, hacerlo en dólares, lo será más. Atrás quedaron los años en los que un euro equivalía a 1,6 dólares. Ese pico se alcanzó en 2008. Eran otros tiempos. Ahora al cambio la ganancia es nula. Al contrario, un dólar es 1,00 euros a 14 de julio de 2022, una paridad que no se daba desde hace 20 años.

Evans pasaría en un segundo año en España a tributar como residente, pagando el club del 21% al 46% en impuestos

Para entenderlo hay que ponerlo en contexto con un ejemplo. Imaginen que se ficha a un alero por 100.000 dólares. Hace un año, con el euro al cambio entorno a 1,20 dólares, un club en España tenía que desembolsar unos 83.000 euros para pagar esos mismos 100.000 dólares. Hoy, sin embargo, le costará más caro. El deporte, en definitiva, no es ajeno a esta situación global, en la que ahora para cualquier importación, también de jugadores, se necesitarán más euros.

Evolución de la cotización del euro y el dólar.

Aplicado al Betis Baloncesto, por ejemplo, es aplicable a la oferta de renovación de Shannon Evans, que en su caso se complica por el hecho de que el base pasaría en un segundo año a tributar como residente, es decir, del 21% de la pasada temporada al 46%. Esto significa que sólo para pagarle lo mismo que el curso anterior cuesta el doble en impuestos. Una situación ventajosa para los clubes vascos, canarios o el descendido Andorra, con condiciones fiscales diferentes.

Sin embargo, la propuesta verdiblanca para tratar de renovar al director de juego eleva en mucho lo que cobró el pasado año. El esfuerzo bético por convencer a Evans es grande y esta paridad del euro con el dólar eleva más la apuesta de un Betis que no pierde la esperanza de renovar a su gran estrella.