Baloncesto | Coosur Real Betis

Las pérdidas, otro lunar que limar

  • Las 20 bolas desaprovechadas por los béticos, factor clave en la derrota ante el Obradoiro

Curro Segura charla con Rubi y Ángel Haro.

Curro Segura charla con Rubi y Ángel Haro. / Juan Carlos Vázquez

En el Multiusos Fontes do Sar, el Coosur Real Betis firmó su novena derrota de la temporada en 12 encuentros disputados. Una oportunidad tirada a la basura para escalar posiciones en la tabla, poner tierra de por medio con respecto a los puestos de descenso y, cómo no, lograr ventaja en un hipotético average contra un rival directo por la salvación como ahora mismo es el Obradoiro, que se escapa a dos victorias en la clasificación. Pero el plan se fue al garete.

No fue un encuentro apacible para Curro Segura y su tropa. Es más, el técnico granadino no fue capaz de dar con la tecla para regresar de Santiago con la victoria bajo el brazo. Porque a los fallos habituales del equipo se le sumó un invitado inesperado en forma de pérdidas. 20 fueron los balones desperdiciados por el equipo verdiblanco, el máximo hasta esta temporada, y que se sumaron a otros problemas ya comunes durante esta temporada, como el habitual bloqueo mental que sufre el equipo en el último cuarto, cuando salvo contadas ocasiones, se decide el signo del encuentro.

Fueron éstas, las numerosas pérdidas, otro lunar que deberá limar Curro Segura para que no termine convirtiéndose en un problema endémico. Lo cierto es que en el Multiusos Fontes do Sar supusieron un auténtico lastre para las opciones de triunfo. Una china en el zapato que se unió a los 14 triples recibidos, una muestra de la habitual medicina bética que, en esta ocasión, no surtió efecto.

En las ocho derrotas precedentes a la de Santiago, el tema de las pérdidas no había cobrado una importancia capital como sí lo hizo en el Fontes do Sar. De hecho, llegaba el equipo bético a la capital gallega promediando 12,6 balones perdidos por encuentro, casi ocho menos de los que a la postre se fueron al garete en el parqué el domingo.

"Perdiendo el balón tantas veces es complicado poder competir, haciendo muchos menos tiros que el rival", explicó el técnico bético al término del partido. "Quizás estuvimos con un poco de prisa o ansiedad por volver a meternos en el partido perdimos algunos balones, no hemos tomado buenas decisiones cuando se volvieron a poner arriba. A través de las pérdidas nos hemos puesto nerviosos cuando quedaban muchos minutos”, analizó el preparador granadino.

Es ese factor psicológico al que Curro Segura hacía mención el que debe preocupar al preparador y evitar que se cuele como un invitado más en el vestuario. Fueron muchas las precipitaciones que llegaron después de intentar jugar rápido, sin visión de conjunto, para recortar una distancia en el marcador que todavía parecía asequible. Tocará hacer limpieza mental, mucha, para intentar sumar el máximo posible de victorias antes de que finalice el año.

Evidentemente, la visita a San Pablo de un Real Madrid tocado tras caer en sus dos últimos dos encuentros a domicilio no parece el mejor momento para recuperar sensaciones. Llegarán los de Pablo Laso con la firme intención de quebrar esta dinámica negativa lejos de sus dominios, aunque si los verdiblancos son capaces de obviar cualquier tipo de bloqueo mental, pueden competir de tú a tú con cualquiera. El Barcelona, algunas semanas atrás, ya tuvo que sudar mucho para rascar el triunfo. Y buena parte de las posibilidades verdiblancas de dar la campanada pasarán por la serenidad con la pelota en las manos y evitar las precipitaciones.

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