Baloncesto | Liga Endesa

De la mano de Shannon Evans

Evans, Hill y BJ Johnson, tres de los grandes pilares del Betis Baloncesto.

Evans, Hill y BJ Johnson, tres de los grandes pilares del Betis Baloncesto. / acb Photo / F. Ruso

Pistoletazo de salida para el Betis Baloncesto, ya sin el acompañamiento de Coosur en su nomenclatura oficial. Los verdiblancos reciben en el Palacio de los Deportes la visita del Valencia Básket (19:00), un equipo que se le ha dado bien en los últimos años pero que no deja de ser uno de las escuadras con mayor potencial del deporte de la canasta en España. El nombre de Djubljevic ya es suficiente atractivo siempre, pero hay que resaltar que en la plantilla dirigida ahora por Álex Mumbrú figuran dos recientes campeones de Europa, como Xabi López-Aróstegui y Jaime Pradilla.

Dudar, por tanto, del alto listón que deberá saltar esta tarde el Betis Baloncesto en su debut pertenece al género de los necios, de los escasamente preparados para diseccionar este deporte. Los valencianos siempre son aspirantes a alterar el status quo que cada vez dispara más a los dos grandes del fútbol, Real Madrid y Barcelona, y en algún año incluso han llegado a conseguirlo.

Pero eso pertenece más a Superdeporte o Las Provincias, aquí conviene centrarse en el año que se le puede vaticinar a este Betis Baloncesto que tantas ilusiones despiertan entre los suyos de la mano de la permanencia de Shannon Evans en su plantilla. La presencia del norteamericano en la dirección debería ser una garantía de que el sufrimiento para mantener la categoría esta temporada debería ser algo menor.

Ése es el gran objetivo de un Betis Baloncesto que dejara un extraordinario sabor de boca en el tramo final del pasado curso, tanto que llegó a convertirse en uno de los mejores equipos de la categoría precisamente desde un doble triunfo a vida o muerte contra el Zaragoza y el Valencia Básket en el Palacio de los Deportes con un gran baloncesto. Los sevillanos protagonizaron una gran racha en ese tramo final de la temporada con siete triunfos en ocho partidos y una polémica derrota contra el Real Madrid en una decisión arbitral que aún se sigue recordando en el disco duro de los buenos aficionados.

La base del equipo de Luis Casimiro es bastante parecida en esta ocasión, empezando por el propio entrenador, que es el primer eslabón de esta apuesta tan desconocida por estos lares por la continuidad. Sólo queda por comprobar si se echará de menos ese plus de energía que le metía a la plantilla el pívot Jacob Wiley y también la aportación en el puesto de center de Pasecniks. Pero todo no se puede tener en esta vida y la plantilla sí ha conservado otros pilares básicos para tener argumentos más que sólidos para pelear por el triunfo en cada partido.

Para empezar, Shannon Evans volverá a ser el director de orquesta de un equipo que ha aprendido a gravitar en torno al excepcional base norteamericano con pasaporte guineano. Sus puntos están garantizados y eso ya se volvió a comprobar durante una gran fase del reciente partido de la Supercopa contra el Real Madrid. Entonces, tuvo enfrente una batería de grandes defensores que empezaba por Causeur, pero cuando estuvo acertado en los triples mantuvo a los suyos con vida durante una gran fase del partido.

También volverán a estar dos hombres que son fundamentales para jugar por fuera como son el letón Dairis Bertans y el norteamericano BJ Johnson, la pieza que sirvió para unir toda la maquinaria la temporada pasada hasta el punto de que desde su llegada a España sólo conoce dos derrotas oficiales y ambas fueron contra el campeonísimo Real Madrid. El acierto de los dos tiradores será fundamental para que Evans pueda jugar también más liberado y que las defensas no se centren exclusivamente en él.

Una ayuda extra debe ser el recién llegado Jeremiah Hill, del que se espera también un buen rendimiento y una capacidad para ayudar en diferentes facetas del juego dentro del entramado global. A partir de ahí también se tienen muchas ilusiones puestas en la capacidad de Rodions Kurucs para revertir su trayectoria dentro del baloncesto, dado que el letón llegó a convertirse en uno de los grandes proyectos del baloncesto europeo y tal vez se precipitara con su prematura marcha a la NBA. En el Betis Baloncesto debe convertirse en una de las piezas claves.

Donde más novedades e incógnitas existen es en los puestos interiores. Con Eulis Báez aún lesionado con su esguince de rodilla y con Nzosa sin haber podido ni entrenarse por sus problemas musculares, el trío de pívots está compuesto por el ucraniano Gerun, que llega en forma después de su participación en el Eurobásket; el griego Tsalmpouris, que llegó para ayudar en los entrenamientos y convenció con su buena mano; y la energía del joven Amar Sylla, que debe dar el salto para confirmar las buenas cualidades que se le aventuraban durante sus tiempos en la cantera madridista y convertirse de esta manera en un jugador de verdad de la Liga Endesa.

Aunque con algunos problemas físicos que lo convierten en dudas, tanto el capitán, Pablo Almazán, como Pepe Pozas también deben aportar su granito de arena para ayudar a este Betis Baloncesto en muchos aspectos intangibles. Como también le sucede al ya recuperado base serbio Cvetkovic, que sale de una lesión tras su solvente aportación en la anterior campaña.

Con todos estos mimbres buscará el Betis Baloncesto su primera victoria contra el Valencia Básket que estrena oficialmente en la Liga Endesa a Mumbrú en el banquillo, con lo que eso supone de cambio de estilo. Los valencianos han apostado por una plantilla con 15 jugadores, lo que supone descartes en las convocatorias, incluido un extracomunitario, y un juego mucho más físico. No es la Supercopa, pero sí es baloncesto del bueno y Sevilla, que figura en el frontal de las camisetas por el apoyo municipal, debe ponerse al lado de su equipo de básket para disfrutar, y apoyar, con el deporte de la canasta.

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