El objetivo de este Coosur Real Betis, repetido desde el verano de manera incansable, es asentarse en la Liga Endesa. No puede ser otro el reto de un recién ascendido que busca escribir su propia historia para que la herencia adquirida no ocupe todo su pasado. Pero hacer el camino propio pasa por comenzar a crear tus recuerdos y ganar en una gran pista a un enorme rival como el Unicaja. Porque en sus últimas 17 visitas a Málaga el equipo sevillano apenas enmudeció al público local en una ocasión. De verdiblanco, ni eso. Dos derrotas, una sin competir y otra que consumó el primer descenso (no materializado). Sólo ganó el joven conjunto que entonces dirigía Aíto García Reneses con un triple para el recuerdo de Burjanadze. Pero de aquello hace ya seis años y hoy el conjunto de Curro Segura quiere protagonizar sus propios recuerdos tomando la plaza malagueña en un partido que poco tendrá que ver con el de la pasada Copa de Andalucía.
Mucho han cambiado los equipos desde entonces, si bien uno y otro siguen en rodaje tratando de encontrar su mejor punto de forma tras una pretemporada atípica en la que la mayoría de clubes no contaron con todas sus piezas hasta casi el inicio de ACB. Un despropósito de organización, pero eso es otro asunto. Pero si entonces mordía, el cuadro bético sigue haciéndolo y excepto en Valencia ha competido de tú a tú en todas las jornadas, teniendo siempre opciones de llevarse el triunfo. Con un poco de suerte y regularidad, el balance de 2-4 bien podría ser distinto para los sevillanos, que buscarán ante el Unicaja dar el primer golpetazo sobre la mesa.
Y para ello hay que defender. Fajarse de verdad y pelear cada bola como si fuese la última, y puntear cada tiro como si el triunfo dependiera de ello (no como otros días), ya que al conjunto de Luis Casimiro le sobra calidad para romper el partido en cualquier momento. Tienen pólvora por fuera los costasoleños con Josh Adams, Avramovic, Waczynski, Toupane o Jaime Fernández, que anda renqueante y con dolores en el tendón de Aquiles de uno de sus pies, aunque la baja de Alberto Díaz, uno de esos jugadores pesados como pocos, en el buen sentido, en defensa, puede pesar en los locales. Y si en el perímetro hay calidad, por dentro hay músculo. Niang, Izundu, que por fin están apareciendo, Whittington, al que habría que multar por triple fallado, y los ala-pívots tendrán que ir al cuerpo a cuerpo ante los Deon Thompson, Elegar, Gerun, Ejim y Carlos Suárez, un todoterreno que hace de todo.
El Betis acumula un 43% de efectividad desde el triple; Unicaja firma un 32,7% en liga
Pero este Betis de Curro Segura está ahora más para mirarse a sí mismo que al rival. ¿Quién dijo miedo? Con AJ Slaughter asumiendo galones, como demostró la pasada jornada con sus 27 puntos, un duelo de esta enjundia es un buen momento para que KC Rivers dé un paso adelante. Y es que para ganar en Málaga hace falta algo más que una gran actuación individual. Todos deben sumar, especialmente atrás como demostró un Estudiantes que sorprendió al Unicaja en el Carpena hace una semana ganando por 62-67. El juego parte desde la defensa y el cuadro hispalense anda todavía ajustando sus piezas. No en vano, aún no se ha impuesto en un último cuarto, circunstancia que le ha costado alguna derrota, y siempre encaja más puntos en la segunda parte (excepto contra la Penya, que hizo 44+44), con una media (sin contar el duelo ante el Joventut) de más de 16 puntos encajados tras los descansos.
Para ello serán claves otros dos aspectos. Controlar el rebote, algo en lo que viene trabajando Curro Segura logrando frente al Andorra imponerse en esta faceta por primera vez en la liga, y el acierto exterior en un Betis que es el segundo equipo con mejor porcentaje de acierto desde el triple con un 43% de efectividad. Peor anda Unicaja con un 32,7%, pero Adams, Waczynski, que está contando poco que otras campañas, o Avramovic son capaces de marcar diferencias si tienen el día. Sufrirá Sipahi ante la velocidad de Adams, pero el turco se va rehaciendo semana tras semana a esa situación cada vez más generalizada, posteando para castigar a su defensor.
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