Tras el parón por las ventanas FIBA la Liga Endesa regresa este fin de semana y el Betis Baloncesto lo hará sin caras nuevas, pese a andar en la cola de la clasificación con sólo un triunfo y seis derrotas. No hace movimientos el club heliopolitano, pese a las más que evidentes carencias, al contrario que algunos de sus rivales directos por la permanencia, objetivo de la temporada, que han aprovechado la pausa liguera para reforzar sus plantillas. Incluso pierde algún efectivo más el cuadro sevillano, ya que Nzosa recayó de su lesión y de nuevo será baja por un tiempo indeterminado. 

Es el caso del Casademont Zaragoza, próximo rival del conjunto sevillano, que visitará San Pablo el sábado (18:00) con un nuevo base. Se trata de de Chris Wright, con  experiencia en la NBA (Hornets y Mavericks), aunque la alternó con la liga de desarrollo promediando 16,1 puntos y 6,8 asistencias por partido con los Iowa Energy. Wright, que también cuenta con experiencia en Puerto Rico, Italia y Francia, fue diagnosticado en 2013 de esclerosis múltiple y, sólo tres meses después, firmaba un contrato con Dallas, convirtiéndose en el primer jugador de la NBA diagnosticado con esa enfermedad.

El cuadro maño también cuenta con un entrenador nuevo, un viejo conocido como Porfi Fisac que llega para revitalizar un equipo que en la última jornada logró el primer triunfo de la temporada batiendo al Real Madrid.

Zaragoza incorporó al base Wright y Manresa al pívot estonio Tass y al director de juego Ferrari

El Manresa, el otro equipo con una victoria en el casillero, sigue rearmándose tras un mal arranque incorporando al estonio Matthias Tass, que comienza su carrera profesional después de sus años de formación en la NCAA americana (en la Universidad de Saint Mary's) y llega procedente del Dabrowa Gornicza polaco, donde ha jugado en los primeros meses de esta temporada haciendo buenos números: 12,2 puntos, 6 rebotes y 1,2 asistencias por partido. Viene a cubrir la baja del ex bético Babatunde Olumuyiwa, intervenido de su fascitis plantar.

Pero el interior báltico no ha sido a única alta en el equipo de Pedro Martínez, único rival al que el Betis Baloncesto ha sido capaz de ganar en lo que va de curso, ya que Frankie Ferrari, que inició una segunda etapa en el cuadro catalán tras abandonar Zaragoza. El italo-estadounidense ya ya formó parte de la plantilla bagenca en las temporadas 2019-20 y la 2020-21 y Pedro Martínez lo conoce bien, por lo que será capaz de sacarle el máximo rendimiento de su juego.

En el Betis Baloncesto ni la dirección deportiva ni la secretaría técnica mueven ficha de momento en el mercado, pese a las carencias demostradas en el juego interior, en el que no dispone de jugadores capaces de generar canastas, más allá de los triples (cuando tiene el día) de Tsalmpouris, y en el perímetro, donde se echan de menos los triples letones de Dairis Bertans y Rodions Kurucs. Quizá el fichaje verdiblanco era Nzosa tras estrenó contra el Baskonia en la última jornada. Pero el jugador recayó de su rotura en los isquiotibiales de la pierna derecha y será baja este sábado ante el Zaragoza. El club valora que pueda pasar por el quirófano, pero bien haría el club bético en fichar a algún interior y no esperarlo otra vez. El regreso de los lesionados Evans, Báez y el propio Kurucs está en el aire todavía, cara a un duelo clave en la lucha en la zona baja de la clasificación.