Betis Energía Plus-Bilbao Básket | Copa Princesa

De sonrisas y espinitas por sacar

  • Dani Rodríguez conquistó, con el Palencia, el título en 2016 ante el Melilla de Pablo Almazán siendo MVP de la final

  • El año pasado, el Breogán de Stainbrook ganó al Manresa de Lluís Costa

Dani Rodríguez, Pablo Almazán, Matt Stainbrook y Lluís Costa, posan antes del reportaje.

Dani Rodríguez, Pablo Almazán, Matt Stainbrook y Lluís Costa, posan antes del reportaje. / Víctor Rodríguez

"No es un partido más. Es un encuentro especial". Todos los que han disputado la Copa Princesa destacan su importancia en su justo valor. Es un título y cualquiera desea ganarlo, pero sólo un equipo lo hará este año. El Betis Energía Plus busca estrenar su palmarés con un trofeo que en su plantilla ya saben lo que es ganarlo Dani Rodríguez y Matt Stainbrook, precisamente ante los que ahora son compañeros en el vestuario Pablo Almazán y Lluís Costa (el año pasado), respectivamente.

Si la experiencia es un grado, la de Dani Rodríguez puede valer su peso en oro para el conjunto sevillano. Ganador en 2015 (frente al Breogán), repitió un año después, también defendiendo al Palencia, frente al Melilla de Pablo Almazán, en un igualado choque que el base se llevó por 87-85 tras dos prórrogas, siendo el MVP del choque. "Poder ganar un título supone todo un orgullo para cualquier jugador. Yo lo he hecho en dos ocasiones con el Palencia y como no hay tercera mala, espero ganarla ahora con el Betis", destacó el base, que recordó aquel duelo con el Melilla: "Fue el típico partido de una final: muy igualado y con los dos equipos teniendo sus opciones. Tuve un día acertado. Recuerdo un triple importante a falta de seis segundos que sentenció el partido. Estaba bien en la pista y me sentía con confianza. El apoyo de la gente también incidió en ello", destacó el catalán, que apuntó la importancia del factor cancha: "En una final así tener a la gente de tu lado se nota. Habrá malos momentos y necesitaremos a la afición dando lo máximo. Ya lo dice la estadística, que el anfitrión nunca ha perdido, así que espero no romperla".

Ese día Dani Rodríguez tenía enfrente a Pablo Almazán. "Los recuerdos de esa final no son muy buenos por el resultado final, pero sí que es verdad que fue algo especial y espero sacarme la espinita que se me quedó clavada en ese partido", señaló el granadino, que recordó: "Dani jugó muy bien durante todo el partido, pero lo que nos mató, la imagen que tengo grabada, fue un 3+1 que hizo para decidir el encuentro. Menos mal que esta vez lo tengo de mi lado. Ojalá sea decisivo otra vez".

Y es que el alero tiene ganas de levantar la copa: "Para mí no es un título menor. Estar aquí es fruto del trabajo bien hecho y todos tenemos la máxima ilusión por ganar, ya que cualquier deportista tiene siempre la motivación de ganar". El andaluz también resaltó la importancia de jugar en casa, "que supone una motivación especial para cualquiera".

Pero aquella Copa de 2016 no fue el único duelo entre béticos. También quedaron cuentas pendientes el año pasado entre Stainbrook y Lluís Costa. El pívot busca ahora su segundo título consecutivo tras hacerlo entonces con el Breogán por 90-86. "Fue algo increíble. Para los jugadores, para el club, para los aficionados... Es una fiesta, un partido especial que quiero ganar otra vez", indicó el estadounidense, que aplica también para este choque la filosofía de todo el curso: "No hay nada más importante que ganar y para ello debemos jugar como equipo. Ganar 18 partidos seguidos es muy complicado y lo hemos hecho jugando en equipo y debemos seguir igual. No hay que cambiar nada de esa línea ganadora", destacó el estadounidense, que trata de hacer ver a sus compañeros que la final dura 40 minutos: "Ese partido me dejó una enseñanza: no puedes bajar los brazos nunca, porque en una final enfrente siempre hay otro gran conjunto".

Y es que su Breogán mandaba al descanso por 53-33 y en el último cuarto incluso se vio por detrás en el marcador. "Quizás lo afrontamos con pocas esperanzas viendo al rival un punto por encima nuestra y en el primer tiempo nos pasó por encima. Cambiamos el chip en la segunda parte y tuvimos opciones de ganar. Esta vez no me pasará, porque quiero quitarme esa espinita", aseguró Costa, que añadió: "Somos favoritos. Nos engañaríamos si dijésemos lo contario y es un cartel que hay que saber llevar. Debemos asumirlo y jugar como siempre, transformando esa presión en algo positivo".

No en vano, el director de juego catalán sabe del valor que el trofeo puede tener para el club verdiblanco, un aspecto que hará que los béticos salgan "a tope y concentrados". "No dejaré que nadie dé menos del 100%. Todos sabemos lo importante que es el ascenso, pero también lo que puede suponer un título para la entidad y para la afición. Jugando en casa no podemos fallar", concluyó Costa.

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