"Ganar en Miribilla sería un paso casi definitivo". Curro Segura fue claro y directo en la previa del duelo entre el Bilbao Básket y el Betis Energía Plus, el tercero en el que dos de los máximos aspirantes al ascenso a la Liga Endesa se ven las caras en la presente edición de campeonato. Las dos previas, una con el título incluido de la Copa Princesa, cayeron de su bando. Pero la batalla por subir es una carrera de fondo en la que los béticos llevan muchos metros de ventaja. Tantos que una victoria en el pabellón vizcaíno en la mañana de hoy sería un golpe de autoridad y dejaría, prácticamente, sentenciado el asunto.

Las cuatro victorias de renta sobre el Melilla, que ganó en su partido correspondiente a esta jornada, y cinco sobre el Bilbao Básket, su rival de hoy, Oviedo y Palencia suponen el premio al trabajo bien hecho, tanto en los despachos a la hora de conformar la plantilla, como en el parqué, bajo la dirección de Curro Segura. De lograr vencer en Miribilla, mínimo, mantendría la renta al inicio de esta fecha, pero quedaría una menos para el fin de la temporada regular, y la cuenta comenzaría a ser al revés. ¿Cuánto falta para que sea oficial el ascenso? Por eso, además de para recuperar sensaciones fuera de San Pablo, este duelo en el fortín bilbaíno está marcado en rojo: ganar en Miribilla supondría el principio del fin.

Desde su descenso conjunto la pasada campaña desde la ACB, Betis y Bilbao son dos de los equipos llamados a pugnar por el primer puesto de la LEB Oro, que conlleva el premio gordo de regresar a la máxima categoría por vía directa, sin play off ni problemas por el estilo. Y en este cara a cara, los béticos parecen haber tomado la directa: quieren dejarlo sentenciado cuanto antes.

Poco negro sobre blanco se puede poner al respecto de dos equipos que prácticamente se conocen al dedillo. Sus dos duelos precedentes hacen pensar en un partido extremadamente igualado, en el que los pequeños detalles y las defensas, sobre todo, marcarán diferencias y el camino de la victoria. No en vano, se miden dos de los muros de la competición, que apenas conceden a sus rivales 70 puntos por choque. Por ello, buena parte de las opciones béticas de regresar con la victoria bajo el brazo pasan por mantener al Bilbao en esos números, que los de Álex Mumbrú sientan el aliento de su defensor en el cogote. Y, si se puede forzar a que lancen desde fuera del arco, mucho mejor. El mejor espejo se vio en la final de la Copa Princesa disputada hace un mes escaso en San Pablo, con un inusual acierto desde el triple de los bilbaínos, que terminaron por decaer gracias a la fuerte defensa de los béticos. Lammers, en la pintura, volverá a ser una importante asignatura para los interiores béticos, mientras que mantener a Brown, máximo anotador del Bilbao, sin lanzamientos cómodos será la tarea de los exteriores verdiblancos.

La parada de Miribilla también debe servir para recuperar sensaciones. La lupa se posa en este sentido sobre Bropleh, que salvando la final de Copa ante el propio Bilbao, ha bajado sus prestaciones, como también sobre Obi, prácticamente desaparecido en los últimos duelos. Sus puntos en Bilbao serán necesarios. Mucho.