Las ocho victorias han convertido al Betis Energía Plus en el equipo de moda en la LEB Oro. El trabajo de Curro Segura ha logrado espantar los fantasmas que aparecieron en las primeras jornadas de competición frente a un plantel que no parecía capaz de tomarle el pulso a la competición. Lejanos quedan ya esos días, por suerte para el aficionado, que se ha dado cuenta de que el paso atrás que supuso el descenso efectivo puede servir para sentar unas bases de crecimiento de cara a volver a la máxima categoría del baloncesto nacional.

Aquella mítica frase de cabeza de ratón o cola de león parece haberse hecho carne. Y aunque la increíble racha triunfal del equipo bético invite a hacer cuentos de la lechera, y pensar en el mañana más que en el hoy, lo cierto es que bien haría Curro Segura en encorsetar la posible euforia de un vestuario que ha crecido con el paso de las jornadas, hasta convertirse en un bloque totalmente homogéneo. Un grupo que destaca por ello, y en el que apenas se aprecian individualidades pese a que es innegable que habría calidad a raudales para ello. Una misión y visión colectiva para alcanzar la meta.

Covirán Granada-Betis Energía Plus

Es por ello que mantener los pies en el suelo será clave para lograr los resultados a largo plazo. La LEB Oro es una carrera de fondo, como cualquier competición regular, y superar como líderes en solitario el primer tercio de la campaña sólo sería una señal de que el camino transitado es el correcto. Pero nada más.

La visita del Betis a Granada de esta tarde debe suponer una pieza más en este crecimiento del equipo verdiblanco. Frente al equipo de moda en la competición estará una de las revelaciones de la temporada. El conjunto nazarí, uno de los que han ascendido desde la LEB Plata este curso, ha sorprendido con su buen juego y, sobre todo, victorias, para colarse entre los primeros clasificados. El séptimo puesto, con seis victorias y cinco derrotas, es un reflejo del merecido trabajo realizado por Pablo Pin y sus chicos hasta el momento, en el que destaca Guille Rubio, un viejo conocido de la parroquia sevillana, como principal líder. De acabar hoy la competición, el cuadro granadino estaría en el play off de ascenso a la Liga Endesa, y eso son palabras mayores para un recién ascendido.

Es ejerciendo como local como el conjunto granadista se ha mostrado más cómodo. En el Palacio Municipal de los Deportes, los nazaríes han logrado cuatro de los cinco triunfos que han sumado. El único lunar lo pusieron en una ajustada derrota ante el Oviedo (70-73) hace un mes. Desde entonces, Lleida y Coruña han hincado la rodilla en su visita a Granada.

La defensa se ha convertido en una de las principales señas de identidad del equipo de Pablo Pin como local. De hecho, en los cinco encuentros disputados en casa, el equipo granadista ha encajado una media de 63,8 puntos en cada uno de los choques, la mejor marca como local del curso, mientras que es capaz de anotar casi 80. Números a tener en cuenta por parte de los béticos, que deberán salir y estar concentrados durante los 40 minutos de partido, más si hubiera prórroga, si no quieren ser sorprendidos por la ambición del plantel granadino, que buscará dar la sorpresa ante el líder y, además, resarcirse del último tropiezo a domicilio frente al Valladolid.

Será, además, un encuentro especial tanto para Curro Segura como para Pablo Almazán. Entrenador y capitán del equipo bético, naturales de Granada, se enfrentan al equipo de su tierra. En el caso del alero bético, la cosa va más allá, puesto que en las filas nazaríes se encuentra su hermano, Eloy. Un duelo fraternal sobre el parqué en el que el hermano mayor tratará de dar la sorpresa sobre el favorito.

Hitos que a buen seguro, Curro Segura tratará de que no despisten al plantel en pos de lograr la novena victoria consecutiva, la décima en doce partidos disputados. Porque un triunfo más ayudaría a los béticos a estar un paso más cerca del ascenso directo a la Liga Endesa.