Blake Schilb fue el último en llegar en Sevilla y lo hizo fuera de forma. Como Draper, aunque el base ha dispuesto de dos semanas con el parón liguero de las ventanas FIBA para ponerse a tono.

Poco a poco fue recuperando en el plano físico, pero Boungou-Colo estaba por delante de él en la rotación, al menos hasta la llegada de Óscar Quintana, que ha contado más con el internacional checo. Ahora, con el club negociando con el jugador congoleño para rescindir su contrato, debe ser el momento de darle galones a Schilb, que demostró estar en un buen momento en los dos encuentros disputados con la República Checa.

El viernes la selección centroeuropea no tuvo problemas para vencer por 89-69 a Islandia, en un duelo en el que el jugador del Betis Energía Plus anotó 15 puntos en escasos 23 minutos, aportando, además, seis rebotes (dos en ataque) y dos asistencias. Ayer ya fue el máximo anotador de su equipo en el triunfo frente a Finlandia por 56-64, sumando 17 puntos y seis rebotes en más de 27 minutos en la pista. Cabe destacar su porcentaje en triples en estos dos duelos: 7/11.

Una vez demostrado que está para tener un rol importante, ahora es Quintana quien debe dárselo. Lo normal es que Boungou-Colo no viaje a Tenerife el viernes con el resto de la expedición.

El otro jugador bético con compromisos internacionales ha sido Luke Nelson. El británico tuvo menos suerte y perdió primero ante Grecia (92-95), con tres puntos, y ayer en Estonia (73-70), logrando sólo cinco puntos.